Gran Bretaña y otras naciones europeas dicen que no reconocerán ningún gobierno formado por los talibanes y quieren que Occidente trabaje en una postura en común.
El Político
Lo cierto es que los países europeos han mirado con consternación cómo dos décadas de una campaña occidental liderada por Estados Unidos en Afganistán colapsaron en cuestión de horas.
Pero las manos occidentales están atadas de muchas maneras.
En primer lugar, tienen poca influencia sobre los talibanes.
En segunda instancia, son profundamente reacios a criticar públicamente la retirada de EE.UU., a su poderosa alianza militar OTAN o comentar sobre su papel en la intervención fallida.
Malcolm Chalmers, subdirector general del Royal United Services Institute de Londres, dijo lo siguiente:
"Gran Bretaña, que durante gran parte de la guerra contribuyó con el segundo mayor número de tropas a la misión, “está especialmente molesta porque la administración Biden no consultó más sobre la decisión de retirarse este verano”.
Enfoque de alianza coordinado para la retirada
“El hecho de que no hubo un enfoque de alianza coordinado para la retirada hace que sea aún más importante ahora coordinar una respuesta occidental, comenzando con la cuestión del reconocimiento” de un gobierno talibán, señala Chalmers.
El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, dijo la semana pasada que los talibanes “deben entender que no serán reconocidos por la comunidad internacional si toman el país por la fuerza”.
El jefe de política exterior de la UE, Josep Borrell, también advirtió que el grupo islamista radical enfrentará el “aislamiento” y la “falta de apoyo internacional”.
Borrell presidirá una reunión de emergencia
Borrell presidirá una reunión de emergencia de los ministros europeos de exteriores para discutir el tema de Afganistán el martes, mientras que enviados de la OTAN también mantendrán conversaciones.
Mientras tanto, el enviado de Rusia en Afganistán dijo que Moscú decidirá si reconoce al nuevo gobierno talibán basándose en su conducta.