El Departamento de Ayuda Humanitaria y Protección Civil de la Comisión Europea invirtió más de 6 millones de quetzales (unos 790.000 dólares) entre marzo y septiembre pasados para alimentar a los afectados por la sequía en Guatemala, dijo hoy una agencia de la ONU.
Una evaluación de emergencia realizada en agosto de 2015 por el Ministerio de Agricultura (MAGA), la Secretaría de Seguridad Alimentaria y Nutricional (SESAN) y el Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas (PMA), informó este ente, reveló que 248.000 familias sufrían inseguridad alimentaria moderada y severa.
De estas familias, ubicadas en el Corredor Seco, 68.274 tienen una sola cosecha al año, la cual se dio en agosto.
La mayoría de las personas que residen en el Corredor Seco son agricultores de subsistencia, jornaleros y agricultores sin tierra.
Con el apoyo financiero del Departamento de Ayuda Humanitaria y Protección Civil de la Comisión Europea (ECHO, por su sigla en inglés), el PMA (acompañando al Gobierno de Guatemala) proporcionó asistencia alimentaria a 23.381 hogares (119.590 personas) afectados en los departamentos de Baja Verapaz, Chiquimula y Jutiapa entre marzo y septiembre de 2016.
Inicialmente el PMA brindó asistencia alimentaria a los hogares afectados por la canícula prolongada bajo la modalidad de "transferencia de dinero en efectivo" por 90 días, cuando aún había disponibilidad de alimentos en el mercado a precios competitivos.
Posteriormente, se realizó mediante la "transferencia de dinero en efectivo y alimentos en especie" por 90 días en el período de escasez de alimentos y cuando sus precios habían aumentado en el mercado.
"Además de recibir alimentos, las familias aprendieron a crear medios de subsistencia (…) para producir excedentes que pueden vender y tener fuentes de trabajo que produzcan ganancias para poder salir poco a poco de la pobreza. En resumen, aprendieron a ser resilientes", subrayó el representante del PMA en Guatemala, Mario Touchette.
Otro beneficio fue el establecimiento de alianzas entre las familias y sus comunidades con el Gobierno y entidades no gubernamentales que aumentaron la eficacia para responder ante el hambre estacional y la escasez de alimentos.
Como resultado de esta intervención, para septiembre de 2016 el consumo aceptable de alimentos se incrementó de 52,4 % a un 75 % de los hogares.
Con información de EFE