Con explosivas afirmaciones, Steven Sund, ex jefe de la Policía del Capitolio, en Washington D.C., denunció lo que, en apariencia, luce como una conspiración que facilitó los incidentes del 06 de enero de 2021.
Aquel día es reseñado por algunos medios como una jornada obscura, en la que fanáticos, azuzados por el ex presidente Donald Trump, tomaron las instalaciones del Congreso estadounidense.
En la actualidad, el ex gobernante enfrenta cargos penales por los sucesos. El fiscal especial Jack Smith, designado por la oficina del fiscal general Merrick Garland, intenta demostrar que el magnate fue el responsable de los acontecimientos.
Las declaraciones de Sund desvelan, sin embargo, lo que luce como un plan para minimizar la capacidad de respuesta de la Policía del Capitolio, facilitar la insurrección y desprestigiar la institución para la que solía trabajar.
En una conversación con Tucker Carlson, ex presentador de la cadena FOX News, el ex oficial indicó que su despacho no fue notificado sobre los datos de inteligencia que estaban en las manos del Buró Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés) y el Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés).
“Ahora sabemos que el FBI, el DHS, estaba nadando en esa inteligencia”, indicó en referencia a la información que sugería disturbios de intensa magnitud para el día 06 de enero.
“(La Policía del Capitolio recibió) absolutamente cero”, aseveró el ex funcionario.
Ep. 15 Former Capitol Police Chief Steven Sund reveals what really happened on January 6th. Our Fox News interview with him never aired, so we invited him back. pic.twitter.com/opDlu4QGlp
— Tucker Carlson (@TuckerCarlson) August 10, 2023
Steven Sund también puso el resaltador sobre la instrucción girada desde el Departamento de Defensa. En la víspera del ataque al Capitolio, el secretario interino de Defensa, Christopher Miller, firmó un memorando en el que restringía, a la Guardia Nacional del Distrito de Columbia, el porte de armas o equipos para contener acciones violentas.
De igual forma, Sund reprochó las negativas que recibió luego de solicitar el despliegue de guardias nacionales. “Me (lo) negaron dos veces debido a la óptica y porque la inteligencia no nos apoyó”, comentó.
Al abundar en detalles, el ex jefe policial dijo que “Paul Irving, sargento de armas de la Cámara de Representantes, y también Mike Stenger, sargento de armas del Senado” fueron los encargados de denegar sus peticiones.
Durante la entrevista, Steven Sund recordó que hizo decenas de llamas a los líderes del Congreso y a los sargentos de armas de cada una de las cámaras para que se autorizara el despliegue que requería.
Mientras esperaba el apoyo – y aunque la ley no se lo permitía – el ex oficial pidió respaldo del Servicio Secreto, el cuerpo de seguridad que protege la Casa Blanca y resguarda al presidente de Estados Unidos.
“Estoy mirando a mis hombres y mujeres (…) y mi primer pensamiento fue ‘joder, tomaré cualquier medida disciplinaria que haya. Envíame lo que tengas’”, relató.
El ex jefe de policía agregó que el retraso de la Guardia Nacional fue de tal índole que la policía estadal de Nueva Jersey arribó al Capitolio mucho antes que los militares.
De acuerdo con Sun, los efectivos de la Guardia Nacional se colocaron frente al Congreso sólo para tomarse “fotos para revistas militares” y lucir como “héroes” del 6 de enero.
En medio de la entrevista, el ex oficial de policía confirmó la participación de agentes federales entre los manifestantes. Steven Sun indicó que el Departamento de Justicia había desplegado comandos especiales con “autoridad de disparar a matar”. También explicó que, aun cuando se le notificó de esa medida, no se le dieron indicaciones de cuántos funcionarios podía haber entre la multitud.
Un día después de la revuelta, el ex jefe de la Policía del Capitolio fue retirado de su cargo. Las críticas en su contra llegaron a ser implacables.
Para limpiar su nombre, Sund se esforzó para ser escuchado por los congresistas que abrieron investigaciones para dilucidar el porqué de las brechas de seguridad. “Luché para testificar”, insistió.
El ex funcionario fue excluido de todas las audiencias. No fue sino hasta febrero de 2021, luego de que el ex presidente Trump había superado el segundo juicio político en su contra, que pudo declarar ante los miembros de la Cámara de Representantes.