El nuevo presidente de la Corte Suprema de Perú, Duberlí Rodríguez, es quizás el único magistrado de tal nivel en el mundo, que ha estado en la cárcel antes de iniciar su carrera judicial.
Por eso, dice una semblanza sobre el juez, sabe de lo que habla cuando dice que asumió el cargo, el pasado lunes, con el reto de mejorar la administración de justicia, pues hace 20 años, siendo estudiante, fue víctima de ese sistema.
Según fuentes cercanas a su despacho, el también ex presidente de la Federación de Estudiantes de su país y dirigente del bloque Unidad de Izquierda Revolucionaria (Unir), fue detenido y acusado injustamente ante la justicia civil y militar, de azuzar actos de violencia callejera.
En 1975 pasó siete meses preso tras ser procesado por la justicia civil y militar y recuperó la libertad por una amnistía, es decir que ‘vivió en carne propia la precariedad judicial’ de su país, afirma la publicación Otra Mirada, que añade que esa experiencia lo marcó para siempre.
Dos décadas después inició la carrera de juez en la que pudo conocer las entrañas de un sistema de justicia, sus problemas y graves defectos, que ahora, como presidente de la Corte Suprema promete solucionar ayudado por la experiencia de haber estado ‘en los dos lados del mostrador’.
Su plan de trabajo para el mandato de dos años que recién ha iniciado, tiene como ejes el fortalecimiento de las reformas procesales y la celeridad de los procedimientos, la lucha contra la corrupción, así como la mejora, el fortalecimiento y la modernización del sistema judicial, para un mejor acceso de los ciudadanos a la justicia.
Rodríguez se propone además crear cortes especializadas anticorrupción crear una Coordinación Nacional Anticorrupción que se encargará del monitoreo de ese tipo de delitos y de elaborar estadísticas sobre los avances de la lucha contra ese flagelo.
También propugna una reforma constitucional para dotar al poder judicial de un porcentaje del presupuesto nacional que le permita modernizarse y ser más eficiente y con personal adecuadamente asalariado, pues considera la ineficiencia y la retardación de la justicia son los principales problemas del sstema judicial y generan corrupción y otros males.
Con información de Prensa Latina