La exfiscal mexicana Arely Gómez asumió hoy su nuevo cargo de secretaria de la Función Pública después de que el Senado ratificara su nombramiento, anunciado el martes por el presidente Enrique Peña Nieto.
El pleno senatorial ratificó con 95 votos en favor y tres en contra la designación de Gómez al frente de dicha institución, que se encontraba acéfala desde julio pasado.
El presidente de la Mesa Directiva del Senado, Pablo Escudero, tomó la protesta a la funcionaria para el desempeño de su nuevo cargo, en el que encabezará las funciones de control, auditoría y evaluación de la gestión pública.
En el dictamen de la Comisión de Anticorrupción y Participación Ciudadana aprobado previamente en la sesión de hoy, los senadores consideraron que Gómez cumple con los requisitos que exige la ley para ocupar este puesto.
El presidente de la Comisión, Héctor Yunes, del oficialista Partido Revolucionario Institucional (PRI), señaló que Arely Gómez es una servidora pública íntegra "que ha cumplido eficazmente las tareas que le han sido confiadas".
En su turno, el senador Manuel Bartlett, del izquierdista Partido del Trabajo, dijo que en vez de dar a las instituciones una credibilidad que no tienen, el presidente "vuelve a lo mismo" y pone a sus "cuates" al frente de las secretarías.
Gómez sucede en la Secretaría de la Función Pública a Virgilio Andrade, quien asumió el cargo a principios de 2015 con la encomienda de investigar el posible conflicto de interés en la adquisición de propiedades por parte del círculo interno del presidente, incluyendo a su esposa Angélica Rivera.
Andrade, quien exoneró en agosto de 2015 a todas las partes de cualquier ilícito, renunció en julio pasado a su cargo.
Peña Nieto anunció el martes el relevo de Gómez al frente de la Procuraduría General de la República (PGR, Fiscalía).
También planteó al Senado que el puesto de procurador general fuera ocupado por el senador Raúl Cervantes, del PRI, quien ayer asumió el cargo después de recibir el aval del órgano legislativo.
La titularidad de la PGR ha sido uno de los blancos de las mayores acometidas contra la actual administración.
Gómez sucedió en 2015 como fiscal general a Jesús Murillo, quien dejó el puesto en medio de las críticas a la forma en que investigó la desaparición de 43 estudiantes de la escuela para maestros de Ayotzinapa (estado sureño de Guerrero), ocurrida en septiembre de 2014.
A su vez, algunos sectores responsabilizan a Gómez de la reciente fuga del exgobernador de Sonora, Guillermo Padrés (del Partido Acción Nacional), y del gobernador con licencia de Veracruz, Javier Duarte (PRI), acusados ambos de corrupción y buscados por las autoridades.
Con información de: EFE