Manuel Cristopher Figuera, exjefe del Servicio Bolivariano Nacional de Inteligencia de Venezuela, asegura que el presidente venezolano, Nicolás Maduro, no cuenta con el apoyo de los diferentes líderes de los organismos que trabajan para su gobierno
El Político
En un trabajo titulado "Maduro está solo y todos conspiran a su alrededor, dice su ex jefe de espías" publicado en el Nuevo Herald, el periodista Antonio Maria Delgado entrevista Figuera, un General Especializado en contrainteligencia que recibió entrenamiento en Cuba y Bielorrusia y trabajó para el gobierno de Maduro. Posteriormente, procedió a liberar al dirigente opositor Leopoldo López, para llevar a cabo el fallido levantamiento del 30 de abril.
Tras abandonar su cargo en el organismo del Estado venezolano y reconocer la presidencia interina de Guaidó, el general afirma que tuvo que pasar a la clandestinidad para lograr huir de Venezuela así proteger su vida. Ahora trascurre sus días en Estados Unidos.
“Hay gente en el país, de distintas jerarquías, desesperadas por salir de Maduro. […] Hay ministros que están en ejercicio, hay alcaldes, hay gobernadores. En este momento yo no creo que Maduro tenga incondicionales, salvo su familia”, agregó el militar.
"Los boliburgueses, los grandes magnates del chavismo, que luego de generar inmensas cantidades de millones de dólares hoy están entre los primeros que quieren salir de Maduro para darse de la gran vida" añadió Figuera, quien resaltó que inclusive “los hermanos Rodríguez también han estado negociando por allí a espaldas de Maduro” frente a la posibilidad que el régimen no resista la crisis y las presiones ejercidas por Estados Unidos y la comunidad internacional.
El exjefe de inteligencia sostuvo que en el operativo de abril, se esperaba la participación del ministro de Defensa Vladimir Padrino López y el presidente del Tribunal Supremo de Justicia chavista, Maikel Moreno, "pero al final no lo hicieron"
El General puntualizó que Maikel Moreno trabaja en conjunto con Padrino, para "por fin salir de Maduro" sin colocar a Guaidó en la presidencia “Maikel Moreno estaba pidiendo que ese proceso transicional durara unos tres años y medio, estaba pidiendo nombrar al ministro del Interior y Justicia, nombrar al fiscal y seguir al frente del Tribunal Supremo”.
También añadió lo que Moreno planeaba "es peor que lo que tenemos. No era para que Guaidó asumiera la presidencia, sino que él llevara la transición. Y aspiraba a que Estados Unidos lo reconociera a él, para llevar el proceso de transición”.
Según relata el militar, la conspiración de Moreno comenzó cuando los testaferros le ofrecieron mucho dinero por redactar ese decreto judicial que justificaría legalmente la destitución de Maduro. Seguidamente, Padrino en representación de la Fuerza Armada Nacional se manifestaría apoyando tal decisión.
Dentro del plan también se garantizaba la seguridad de Moreno y de Maduro.
Pese que personalidades claves de la administración de Maduro, participaban en la estrategia, otros sectores no. “¿Yo preguntaba, y como está Diosdado Cabello en esto?”, relató Cristopher Figuera en referencia al presidente de la cuestionada Asamblea Nacional Constituyente y número dos del chavismo.
Moreno constestaba: “Ese tema no se ha hablado, pero eso se puede hablar”. Y Cristopher Figuera le respondía: “Pero no… tú tienes que incluir a todos los factores de poder, tú no puedes negociar aquí a espaldas de nadie”.
Figuera aclara que “Detrás de Moreno estaban los testaferros, porque hay mucha gente que se ha beneficiado del tráfico de influencia y que tiene mucho dinero, que no les interesa la política, sino su propio beneficio, y quieren ver una salida porque ahora quieren disfrutar del dinero. Muchos de ellos están sancionados” por Estados Unidos, es decir los conspiradores buscan calmar la presión de Trump y de la comunidad internacional para proteger sus fortunas.
Cristopher dijo que el control del régimen está en manos de diferentes facciones, que controlan áreas del país en distintos feudos, que el general llamó “factores de poder”.
El más visibles de estos es el controlado por Maduro y su familia, pero también están los sectores controlados por el actual ministro de Industria, Tarek El Aissami, el de Cabello, el de los hermanos Rodríguez, y el más discreto sector encabezado por Padrino López.
El que Moreno y Padrino López no estén presos hoy en realidad refleja la debilidad interna de Maduro, dijo el ex jefe de espías.
A Maduro le habrán recomendado, dijo Cristopher Figuera, que necesita hacerse de la vista gorda sobre las conversaciones que sostenían Padrino y Moreno simplemente porque no tiene con quien reemplazarlos.
“Allí está apelando al dicho de más vale malo conocido que bueno por conocer. El ya sabe quien es Maikel Moreno. Sabe que es lo que tiene y que no tiene, y donde lo tiene. Igual sabe de todos”, dijo Cristopher Figuera.
“Todos están además sancionados y allí todos se necesitan, aunque la situación ya se está deteriorando más y yo me imagino que están desesperados”.
Fuente: El Nuevo Herald