“A los 68 días de huelga de hambre, la lucha de Jihad Diyab por su derecho a reunificación familiar y reasentamiento ha logrado una solución intermedia”, comienza diciendo el comunicado del grupo “Vigilia por Diyab”.
Así el grupo de allegados al refugiado sirio, publicó en Facebook que el exrecluso de Guantánamo recibió el jueves pasado “una propuesta para logar viajar a otro país”.
“Ante el silencio criminal e indiferencia del gobierno, la solidaridad se hace presente. La solución que no brindan las autoridades ha surgido desde sectores de nuestra sociedad y del apoyo internacional, rescatando nuestros mejores valores en cuanto a país solidario”, dice el comunicado.
“El día jueves 20, con su salud ya muy afectada, recibió una propuesta para lograr viajar a otro país; propuesta que fue realizada ante el silencio continuado del gobierno, que no ha vuelta a comunicarse desde hace semanas. Es así que, aceptada esta solución intermedia a su reclamo, Jihad ha suspendido la huelga de hambre, comenzando un plan de alimentación bajo indicación médica”, informó el grupo.
“Si bien no soluciona totalmente su situación familiar” indica el comunicado “es un gran paso en su lucha, conjuntamente con haber logrado visibilizar la grave problemática de los expresos de Guantánamo en el mundo”.
Por su parte la doctora Julia Galzerano, explicó que de ahora en más el exrecluso deberá comenzar una “plan de realimentación” lo que implica una “incorporación gradual de líquidos”. Según indicó Alejandra Bittencourt a LA REPÚBLICA, integrante del grupo “Vigilia por Diyab”, el refugiado ya ha solicitado visas a otros países a partir de haber recibido las cartas que le entregó el gobierno pidiendo que fuera recibido en países como Qatar, Libano y Turquía.
Cabe recordar que Diyab junto a otros tres sirios, un tunecino y un palestino fue acogido en Uruguay en diciembre de 2014 como parte del compromiso del entonces presidente uruguayo José Mujica, de colaborar con su par estadounidense, Barack Obama, en el plan de cierre del penal de Guantánamo. Tiene 43 años.
Pasó 12 años en la cárcel estadounidense de Guantánamo, donde fue torturado física y psicológicamente y realizó una huelga de hambre en la que fue obligado a alimentarse por sonda. Fue detenido el 1 de abril de 2002 en Pakistán, donde vivía con su esposa e hijos, acusado de haber formado parte de distintas organizaciones terroristas en Medio Oriente como falsificador de documentos. Nunca más pudo ver a su familia, uno de sus hijos falleció.
“Aceptada esta solución intermedia a su reclamo, Jihad ha suspendido la huelga de hambre, comenzando un plan de alimentación bajo indicación médica”.
Grupo Vigilia por Diyab.
Con información de La República