Rusia e Irán son las dos fuentes principales de un coordinado comportamiento falso en Facebook, según un nuevo informe publicado por la compañía.
El Político
El informe de Facebook, publicado este miércoles, muestra cómo agentes de influencia encubiertos, tanto extranjeros como nacionales, han cambiado sus tácticas y se han vuelto más sofisticados en respuesta a los esfuerzos de las empresas de redes sociales para reprimir las cuentas falsas y las operaciones de influencia.
Facebook ha eliminado más de 150 redes de comportamiento inauténtico coordinado desde 2017, según el informe reportado por CNN.
Veintisiete redes han sido vinculadas a Rusia y 23 a Irán. Nueve se originaron dentro de Estados Unidos.
Facebook en EEUU
Estados Unidos sigue siendo el principal objetivo de las campañas de influencia extranjeras, según el informe de Facebook, destacando 26 esfuerzos de este tipo por una variedad de fuentes desde 2017 hasta 2020. (Ucrania le sigue como un distante segundo lugar).
Sin embargo, durante la temporada electoral de 2020, los responsables de sembrar la desinformación fueron cada vez más los actores nacionales estadounidenses, no los agentes extranjeros.
En el período previo a las elecciones, Facebook eliminó tantas redes estadounidenses que tenían como objetivo a Estados Unidos con el llamado comportamiento inauténtico coordinado (CIB, por sus siglas en inglés) como las redes rusas o iraníes, según el informe de la compañía.
Facebook y otras redes
«En particular, una de las redes de CIB que encontramos estaba operada por Rally Forge, una empresa de marketing con sede en Estados Unidos, que trabajaba en nombre de sus clientes, entre ellos el Comité de Acción Política Turning Point USA», indica el informe.
«Esta campaña aprovechó comunidades auténticas y reclutó a un equipo de adolescentes para gestionar cuentas falsas y duplicadas; que se hacían pasar por votantes no afiliados para comentar las páginas de noticias y las páginas de actores políticos».
Un portavoz de Turning Point, en una declaración al diario The Washington Post en ese momento, describió el esfuerzo como; «activismo político sincero realizado por personas reales que sostienen apasionadamente las creencias que describen en línea, no una granja de trolls anónimos en Rusia».
Contenidos falsos en redes
La presencia de contenidos falsos y engañosos en las redes sociales se convirtió en la historia dominante que persigue a las plataformas tecnológicas; como Facebook, Twitter y YouTube, tras las elecciones de 2016, cuando salieron a la luz los intentos de Rusia de inmiscuirse en el proceso democrático de Estados Unidos.
Las campañas de influencia extranjera han intentado sembrar la división en el electorado haciéndose pasar por votantes estadounidenses; dirigiéndose a los votantes con anuncios digitales engañosos, creando noticias falsas y otras técnicas.
El descubrimiento de esas campañas ha provocado una intensa presión política y reguladora sobre las grandes empresas tecnológicas; y también ha planteado interrogantes persistentes sobre el poder desproporcionado de la industria en la política y la economía en general.