El jefe máximo de las FARC denunció el sábado la lentitud del gobierno de Colombia en concretar los acuerdos de paz suscritos en noviembre mientras aumenta la presencia paramilitar en la frontera con Ecuador, donde esa guerrilla está en pleno desarme.
En una carta abierta al presidente Juan Manuel Santos, fechada en La Habana, sede del histórico proceso de paz, Rodrigo Londoño dijo que pese a que las FARC están cumpliendo con lo pactado, ronda la incertidumbre en las filas rebeldes.
"Sentimos llegar tiempos de incertidumbre. El gobierno nacional cumple demasiado lentamente su palabra. Los otros poderes titubean o actúan de modo sospechoso en relación con lo acordado", escribió Londoño, también conocido como .
El líder de la mayor guerrilla de Colombia, que firmó la paz con Santos en noviembre tras medio siglo de intenso conflicto armado, señaló que "existe enorme preocupación" en las FARC tras recientes fallos del máximo tribunal constitucional.
Timochenko aludió a la sentencia que abrió la puerta a la modificación legislativa del acuerdo de paz por el cual los rebeldes depondrán las armas, reconocerán a las víctimas y se convertirán en partido político.
El miércoles la Corte Constitucional también dispuso que los compromisos alcanzados entre el gobierno y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), no pueden ser votados en bloque por el Congreso, lo que en la práctica retrasaría la implementación del acuerdo.
"La atribución constitucional del Presidente de la República para concertar acuerdos de paz ha sido hecha trizas, está en cuestión la seriedad del Estado colombiano ante el mundo", opinó.
Asimismo, sostuvo que mientras los cerca de 7.000 guerrilleros están dejando las armas, bandas paramilitares expanden su influencia en la frontera con Ecuador con el ánimo de apoderarse del negocio del narcotráfico en la zona.
Según Timockenko, los funcionarios de la ONU que supervisan el desarme de la guerrilla comprobaron la presencia de esos grupos, que en el pasado combatieron a muerte a los rebeldes y que ahora están dedicados, según el gobierno, al tráfico de drogas y otras actividades ilegales.
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"Las bandas armadas que antes eran fuertes en San Sebastián, San Juan, Pital y San Pedro, se crecieron repentinamente, tomándose todos los ríos de la frontera con Ecuador, en un plan a todas luces muy bien diseñado", indicó.
Incluso, agregó, "ya es normal verlos pasearse de civil muy cerca de los campamentos de las zonas, ofertando pagar 10 millones (unos 3.470 dólares, ndlr) a cada guerrillero que se pase a trabajar con ellos".
Ante esa situación, Londoño llamó a Santos a respaldar con acciones su voluntad de paz. "Esperamos sus hechos, presidente, haga honor a su palabra. Nosotros no le fallaremos a Colombia".
AFP