El FBI descartó hoy nexos o motivos terroristas en el tiroteo de la semana pasada en Alexandria (Virginia), a las afueras de Washington, con un saldo de cinco heridos, entre ellos un congresista republicano, al detallar que el sospechoso padecía problemas de manejo de la ira y actuó solo.
Aunque la investigación sigue "activa" con la recopilación de evidencias, en este momento el FBI no cree que haya ninguna "conexión con el terrorismo", según explicó en una comparecencia de prensa Andrew Vale, el director adjunto a cargo de la oficina de Washington.
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Por ello, el FBI está investigando el tiroteo del 14 de junio como un "asalto a un miembro del Congreso y a un oficial federal", detalló Vale.
El tiroteo ocurrió a primera hora de la mañana cuando James Hodgkinson, de 66 años y natural del estado de Illinois, realizó varios disparos contra congresistas republicanos, familiares y asesores que preparaban un partido de béisbol benéfico en Alexandria.
Además de al congresista Steve Scalise, el "número tres" republicano en la Cámara baja, Hodgkinson hirió a Matt Mika, miembro de un grupo de cabildeo ante el Congreso; Zachary Barth, asesor del congresista de Texas Roger Williams, y a dos agentes de la Policía del Capitolio.
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Hodgkinson falleció por los disparos de esos dos agentes, encargados de la protección de Scalise y que evitaron una tragedia mayor.
Los detalles de la investigación divulgados hoy por el FBI corroboran lo que ya había señalado un testigo acerca de que el sospechoso preguntó si quienes estaban entrenando eran republicanos o demócratas antes de empezar a disparar.
Con información de EFE