El rey Felipe VI abogó hoy por una España de "brazos abiertos y manos tendidas" en la que la convivencia democrática esté basada "en el respeto a la ley", en la unión y en una voluntad decidida y leal de construir y no de destruir", al sostener que no es tiempo para "fracturas, ni divisiones internas".
En su tradicional discurso de Navidad, el monarca pidió hoy a los partidos políticos españoles que busquen "el diálogo y el entendimiento" para "preservar e impulsar los consensos básicos", una vez superada la "compleja situación política" que generaron los diez meses de gobierno interino por falta de acuerdo entre los partidos.
Resuelta la formación de gobierno que se produjo a principios de noviembre, el rey centró buena parte de su discurso en defender la convivencia en común y en "profundizar en una España de brazos abiertos y manos tendidas, donde nadie agite viejos rencores o abra heridas cerradas".
En su mensaje más importante del año, y en el contexto del debate soberanista catalán, Felipe de Borbón remarcó que no son tiempos "para fracturas, para divisiones internas, sino para poner el acento en aquello que nos une, construyendo sobre nuestra diversidad".
Sin mencionar la palabra Cataluña, el jefe de Estado hizo hincapié en que "no son admisibles ni actitudes, ni comportamientos que ignoren o desprecien los derechos que tienen y que comparten todos los españoles para la organización de la vida en común".
A su juicio, "vulnerar las normas que garantizan la democracia y libertad sólo lleva, primero, a tensiones y enfrentamientos estériles que no resuelven nada y, luego, al empobrecimiento moral y material de la sociedad".
Por otra parte, el rey subrayó que después de dos elecciones generales en seis meses (diciembre de 2015 y junio de 2016), los partidos deberían buscar "el diálogo y el entendimiento" para "preservar e impulsar los consensos básicos".
"Ahora es el momento de pensar en la España que queremos para las próximas décadas, que será la de nuestros jóvenes de hoy y de forjarla con solidez", afirmó.
Una vez superada la crisis económica que sufrió España en los últimos años, Felipe VI expresó su deseo de que la recuperación se consolide, con el fin de que se puedan "corregir las desigualdades" que provocaron los "grandes sacrificios" hechos en los últimos tiempos.
Además de crear "mucho más empleo y de calidad" y de que los jóvenes tengan oportunidades, consideró necesario "fortalecer la cohesión social" como garantía para asegurar "la estabilidad y el equilibrio" en la ciudadanía y de que los más desfavorecidos no queden rezagados.
Para el jefe del Estado, la reacción mostrada por los españoles para superar la crisis es un motivo para sentirse "auténticamente orgullosos".
"Estoy seguro de que nuestra memoria colectiva reservará un lugar de honor en la historia para estos tiempos de sacrificio y abnegación, pero también de generosidad y superación", dijo.
En esta ocasión, Felipe VI no habló de terrorismo, como era habitual años atrás cuando ETA estaba en activo, ni de corrupción, pero sí resaltó la importancia de adaptarse a la realidad que imponen los avances tecnológicos y de apostar por la educación como base para fomentar la investigación, la ciencia y la creatividad.
Después de que el año pasado innovara al dirigirse a los españoles desde el Palacio Real, el monarca optó en esta ocasión por regresar al Palacio de la Zarzuela, su residencia oficial, como en en 2014, primer año que se dirigió a los españoles en Navidad como rey, tras suceder a su padre, Juan Carlos I.
Hoy dirigió su mensaje desde su despacho, donde este año celebró hasta cinco rondas de consultas con los partidos políticos para la formación de gobierno.
Entre las palabras más repetidas de su mensaje primaron términos como España, convivencia, respeto, familia y futuro, y como en años precedentes, cerró su alocución felicitando las fiestas en castellano, catalán, euskera y gallego, las cuatro lenguas oficiales en España.
El mensaje se retransmitió por diversos canales nacionales y regionales, aunque por primera vez la televisión catalana decidió no emitirlo por su canal principal, sino por el dedicado a las noticias, con una audiencia media mucho menor.
Con información de: EFE