FIFA 2022 tiene a migrantes construyendo un moderno estadio en Qatar, donde sufren abusos y explotación, mientras algunos bolsillo se llenan de dinero.
El Político
Miles de amantes al futbol viajará a Qatar desde el 21 de noviembre al 18 de diciembre, pero los medios de comunicación visibilizan los abusos de miles de personas y además de las muertes en el país.
Todo esto mientras se van construyendo las infraestructuras para que se realice este mega evento deportivo, el más popular de todos.
En detalle
En una actualización del estudio “Detrás de la Pasión”, realizado por la organización Fundación para la democracia, dirigida por el activista Guillermo Whpei, se detalla cómo desde el 2010, que Qatar fue elegido como sede para el Mundial 2022, en promedio han muerto 12 trabajadores por semana, en su mayoría inmigrantes, para dar un total de casi 7,000 víctimas a unos días de que suene el silbatazo inicial del torneo.
La mayoría de todas las víctimas son trabajadores de países como Nepal, Bangladesh, Sri Lanka y Pakistán entre otros, que llegaron buscando el sueño de prosperar y mantener a sus familiares con un empleo en Qatar, sin embargo, se encontraron con jornadas de trabajo de hasta 15 horas bajo temperaturas infrahumanas, robo de salarios, muerte y abuso.
“Va a ser el mundial de la vergüenza”, explicó Guillermo. “Un evento donde los estadios estarán bañados de sangre. No sé qué se necesita más para parar el balón y ver la problemática… Yo no tengo nada contra el pueblo de Qatar, pero si con sus granjeros que violan los derechos humanos”.
Defensa de los DD. HH.
El activista se refería a unos datos que se encontraron en la investigación donde se revela que miles de empleados prácticamente quedaban atrapados en un empleo por el poder que ejercían los patrocinadores que contrataban sus visas, sus permisos de residencia y el control de sus libertades dentro del país.
Encima de los riesgos del trabajo que hasta el momento ha terminado con la vida de unos 7,000 trabajadores, el gobierno complementaba la ‘prisión’ de los empleados con leyes que hacían del abandono de trabajo un delito y lo castigaba con la prohibición del inmigrante de volver a entrar al país para conseguir empleo.
Además, el abuso laboral se intensificó con la pandemia, quedando los trabajadores confinados en sus lugares de trabajo, muchos sin salario y sin posibilidad de volver a sus países.
El activista de origen argentino expresó que todo empezó mal, desde que se eligió a Qatar como sede mundialista, ya que fue en un momento en que se descubrió toda la corrupción de FIFA Gate y sin importar que Qatar arrastraba una serie de abusos a los derechos humanos, pero que, a pesar de todo, optaron por el país árabe para el mundial de 2022.
La tragedia ha sido de tal magnitud que la primera vez que salió el reporte en el 2018, fue llevado con el papa Francisco para que intercediera, mismo que envió una carta a la FIFA, pero que hasta el momento no ha tenido respuesta.
Además, y debido a las presiones de las organizaciones y reportes de medios de comunicación o estudios, se han sugerido una serie de cambios al gobierno de Qatar para que modifique sus leyes y ponga más atención a lo que hacen las corporaciones que violan los derechos de los trabajadores, pero hasta ahora no ha habido un cambio sustancial.
Lo que importa
Si hubiera que culpar a alguien de la tragedia, muerte y explotación de los miles de inmigrantes, el activista inmediatamente mencionó a la FIFA por designar a Qatar bajo un halo de corrupción y por no custodiar los derechos de los trabajadores.
En segundo lugar, señaló al gobierno de Qatar por permitir este tipo de esclavitud de los trabajadores y tercero, a las empresas constructoras, socias del gobierno árabe que hasta el momento no han demostrado el más mínimo compromiso y respeto por los derechos humanos de los trabajadores.
“Si yo lo tuviera que comparar esta tragedia con otro acontecimiento de la historia, lo compararía con el Mundial de 78 en Argentina, donde la FIFA designó a un país donde sabía que existían tremendos problemas de corrupción y violación a los derechos humanos, donde gobernaba una dictadura que terminó dejando 30,000 desaparecidos”, expresó el activista.
El informe acaba su análisis con una serie de recomendaciones para evitar que esta tragedia se siga multiplicando.
Algunas de las sugerencias subrayan que, es imprescindible que la FIFA se involucre activamente en el proceso de garantizar los derechos de los trabajadores, que las organizaciones de derechos humanos sigan presionando y denunciando los abusos, y que los organismos como la Organización Internacional del Trabajo (OIT) intervengan activamente para que Qatar sea más transparente y garantice los derechos humanos.
Además, se pide que los gobiernos de los países emisores y receptores de trabajadores que tomen medidas en forma urgente para aliviar la crisis desatada por la pandemia.
Incluso, convoca a la FIFA y al gobierno de Qatar a reconocer una oportunidad histórica para mejorar la situación que ha generado miles de muertos.
“Nuestro deber es visibilizar estos hechos y seguir la lucha por aquellos que no tienen otra forma de hacerlo”, expresó Guillermo.
La eterna lucha
Por otro lado, el activista subrayó que algunas de las asignaturas pendientes por resolver por la humanidad son el hambre producida a consecuencia de la tremenda desigualdad que se vive actualmente donde un 10% del mundo concentra el 90% de las divisas mundiales y donde hay 3,000 millones de personas que diariamente se van a dormir sin alimento en el estómago.
También mencionó a la esclavitud moderna, en un planeta donde hay más de 50 millones de trabajadores que viven y trabajan como esclavos produciendo los insumos actuales como los celulares, la ropa etc., y, por último, esa gran necesidad de generar un capitalismo más humano, con la gente dentro y no expulsada de la economía.
Guillermo enfatizó que del saber no se vuelve, y si uno sabiendo las atrocidades cometidas a los trabajadores sigue adelante, es cómplice de lo que sabe.
No se puede ir a festejar un mundial sabiendo que para que nosotros disfrutemos, miles de trabajadores murieron o fueron brutalmente abusados laboralmente. “Este es un mundial donde todos pierden”, concluye.
Fuente: La Opinión