La Autoridad Reguladora de la Industria Financiera de Estados Unidos (Finra, por sus siglas en inglés) sancionó a la compañía de trading Robinhood. La cifra sin precedentes de la multa es de 70 millones de dólares; y obedece a perjuicios causados a millones de clientes en los últimos meses, según informó este miércoles el organismo en un comunicado.
El Político
La sanción se compone de una multa de 57 millones de dólares y una restitución de 12,6 millones de dólares más los intereses para los cientos de miles de clientes afectados. Se trata de la sanción más elevada acordada por el regulador financiero estadounidense, destaca el portal El Confidencial.
De acuerdo con Finra, la multa refleja "la amplitud y la seriedad de las violaciones". Para determinar la sanción, el organismo tuvo en cuenta los millones de clientes que recibieron información falsa o errónea de la firma; así como los millones afectados por las caídas de sistema. También consideró los cientos de miles de clientes que pudieron comerciar con opciones incluso cuando no era apropiado para ellos.
"Esta acción manda un mensaje claro: todas las firmas que forman parte de Finra, independientemente de su tamaño o modelo de negocio, deben cumplir con las reglas que gobiernan la industria de corretaje; que son reglas diseñadas para proteger a los inversores y la integridad de los mercados", afirmó la vicepresidenta ejecutiva y máxima responsable del departamento de Cumplimiento de Finra, Jessica Hopper.
The sanctions against Robinhood represent the largest financial penalty ever ordered by FINRA and reflect the scope and seriousness of the violations.
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— FINRA (@FINRA) June 30, 2021
Errores de Robinhood afectaron a los clientes
Los fallos de información provocaron que muchos clientes pudieran realizar órdenes de compra de valores con margen (deuda); esto pese a que no cumplían las condiciones para ello o no lo habían autorizado. También hubo errores de comunicación sobre el nivel de efectivo en cuenta; sobre el poder de compra de los clientes o sobre el riesgo de pérdidas que se afrontaba en ciertas transacciones de opciones.
Finra criticó que Robinhood no cumpliera con las diligencias debidas (‘due diligence’) a la hora de aprobar las peticiones de los clientes para operar con opciones. Según el regulador, la empresa relegó la decisión de aprobación a algoritmos con una supervisión "limitada" por parte de los empleados.
De esta forma, se aprobó que cientos de miles de clientes operaran con opciones pese a no cumplir los criterios de elegibilidad marcados por la propia Robinhood; o cuyas cuentas registraban "banderas rojas" sobre la idoneidad de ese tipo de operaciones para ellos.
Además, entre 2018 y principios de 2021, Robinhood no supervisó "razonablemente" la tecnología en la que confiaba sus servicios de corretaje. Debido a ello, en ese periodo el sistema se cayó en varias ocasiones, impidiendo a los clientes acceder a sus cuentas u operar "durante un momento de volatilidad histórica" del mercado (al principio de la pandemia).