El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha señalado la necesidad de movilizar los ingresos fiscales necesarios para abordar el mayor gasto público a consecuencia de la pandemia de Covid-19 para lo que plantea que en los países avanzados pueda aplicarse de manera temporal a las empresas y personas con mayores ingresos un recargo que contribuya a reducir la erosión fiscal y reducir la desigualdad, así como también actuar sobre impuestos como patrimonio o sucesiones.
El Político
Consciente de la necesidad de priorizar todavía los estímulos públicos para evitar que la crisis deje secuelas estructurales mientras avanza la vacunación, en el corto plazo el FMI plantea elevar los impuestos a rentas altas y ricos de forma temporal para sufragar la factura de la pandemia.
A partir de ahí, sin embargo, recomienda a los estados ir preparando planes de consolidación fiscal que permitan rebajar deuda y déficit en el medio plazo, y aconseja a los países “preaprobar” reformas tributarias de calado que, aunque tarden aún años en ponerse en marcha, marquen una hoja de ruta para el reequilibrio de las cuentas.
FMI lanzó la propuesta
"Para ayudar a satisfacer las necesidades de financiación relacionadas con la pandemia, los responsables de formular las políticas podrían considerar una contribución temporal de recuperación de la Covid-19, que grave los ingresos más altos y la riqueza", señala el Fondo en la última edición de su informe ‘Monitor Fiscal’, reportado por El Economista.
En este sentido, la institución considera necesario acometer reformas fiscales tanto a nivel doméstico como internacional con el fin de obtener los recursos necesarios para mejorar el acceso a los servicios básicos y las redes sociales de seguridad, así como para revitalizar los esfuerzos para cumplir los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
El FMI recuerda que este tipo de suplementos temporales del impuesto sobre la renta de las personas físicas; a menudo restringidos a los tramos de ingresos más altos, se introdujeron anteriormente durante circunstancias excepcionales; como en Alemania a causa de la reunificación del país, así como en Australia (2011) o Japón (2013).
FMI espera nuevos resultados en 2021
En 2021, se espera que estos déficits se reduzcan conforme los estímulos se reduzcan; y la economía se recupere, reduciendo el desempleo y elevando los ingresos públicos.
La deuda pública, por su parte, saltó al 97% del PIB global en 2020, una cifra sin precedentes en la historia; y se espera que se estabilice en torno al 99% en el presente ejercicio.
Para encarar esta situación, y a fin de cubrir las necesidades financiación más urgentes en relación con la pandemia; el FMI insta a los legisladores a considerar un incremento temporal del gravamen sobre los ingresos altos y la riqueza.
Estos recursos, ilustra, podrían servir para mejorar servicios básicos como el de salud o educación, mientras se trabaja en diseños más ambiciosos.
Fiscalidad verde debe jugar un papel esencial
El FMI considera que la fiscalidad verde debe jugar un papel esencial en los nuevos sistemas impositivos; mientras que se ha mostrado partidario de impulsar un gravamen mínimo de sociedades armonizado a escala global.
Una propuesta que ya se venía trabajando en el seno de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE); pero que acaba de ganar impulso con el apoyo expreso de la Casa Blanca de Joe Biden, al que no han tardado en sumarse la UE, Francia o España, entre otros.
El subdirector del Departamento de Asuntos Fiscales del FMI, Paulo Mauro, ha subrayado la necesidad de obtener ingresos fiscales adicionales; para cubrir el gasto sanitario, en educación y en redes sociales de protección, añadiendo que los países deberán abordar este problema de diferentes formas, reportó El País.