La nueva etapa del Fondo Monetario Internacional (FMI) se inicia con la incertidumbre comercial por la guerra arancelaria entre Estados Unidos y China, por el Brexit… A la inestabilidad mundial se le suman los cuestionamientos en América Latina sobre la efectividad de sus recetas, según publicó AlNavío
El Político
Doce días de protestas en Ecuador han obligado al presidente Lenín Moreno a derogar el decreto 883. Una ley avalada por el FMI que suprimía los subsidios a los combustibles para ahorrar 1.300 millones de dólares a las cuentas públicas, pero que aumentaba en consecuencia el precio de la gasolina y el gasoil. Una medida impopular que obligó a Moreno a rectificar tras una negociación con el movimiento indígena, líder de las protestas. Ahora Moreno redactará junto a este movimiento un nuevo paquete de medidas.
El analista ecuatoriano Francisco Sánchez, director del Instituto Iberoamericano de la Universidad de Salamanca, se plantea el siguiente escenario: “Ecuador tiene cerrados los mercados internacionales. Su único prestamista es el FMI. Si este ve que no comparten sus recetas, se van y Ecuador se queda sin los 4.200 millones de dólares”.
Lo cierto es que la situación en Ecuador despertó la campaña mediática del chavismo mundial. El primero Nicolás Maduro, que disfrutó de lo lindo viendo los problemas de Moreno y aprovechando, de paso, para criticar al FMI. Lo mismo hicieron el expresidente ecuatoriano Rafael Correa, el Partido de los Trabajadores del exmandatario Lula da Silva en Brasil y también chavistas disidentes y marginados como los exministros Rafael Ramírez y Elías Jaua respectivamente.
Evo Morales, presidente de Bolivia, también se sumó a la campaña chavista. Este domingo se celebran las elecciones presidenciales en su país. Morales es el favorito. Pero no fue hasta la última semana, coincidiendo con la crisis en Ecuador y las protestas contra el FMI, cuando las encuestas otorgaron a Morales los 10 puntos que necesitaba para ahorrarse la segunda vuelta. Una segunda vuelta en la que el opositor Carlos Mesa podría dar la sorpresa.
Analistas estiman que la crisis de Moreno pone a ganar a Morales, ya que el mandatario ha sido hábil ligando los planes de Carlos Mesa con los del FMI. Ese FMI que generó el caos en Ecuador, y que tampoco ha logrado resultados en Argentina.
Como se sabe, 58.000 millones de dólares le prestó el Fondo al presidente Mauricio Macri para contener la economía. Y este no lo consigue. A falta de las últimas previsiones macroeconómicas, el PIB de Argentina se contraerá 1,2%. Mientras, persiste la inflación, el desempleo y la pobreza. Esta, de hecho, aumenta. Hoy 35,4% de los ciudadanos son pobres, 8,1 puntos más que en 2018.
Otro dato que fue dado a conocer es que Argentina ha perdido 30.000 millones de dólares de sus reservas. Mientras que el 9 de abril tocaron récord, 77.481 millones de dólares, la semana pasada se situaron cerca de los 48.000 millones de dólares. Una caída de 31% nunca vista desde 2001.
Esa circunstancia está siendo aprovechada por el candidato peronista, Alberto Fernández, favorito para ganar las elecciones presidenciales del próximo 27 de abril, cuestiona a Macri. ¿Qué pasa con los 38.000 millones de dólares que ha desembolsado el FMI? “No están ni en puentes ni viviendas”, se responde a sí mismo. Y es que, según Fernández, 30.000 millones han ido a parar a manos de los “amigos de Macri”.
En América Latina el FMI está cuestionado. Este miércoles comienza en Washington su reunión anual. Será la presentación formal de su nueva directora, Kristalina Georgieva. Una defensora del “capitalismo inclusivo” como la exjefa Christine Lagarde, pero a la que se le abre un panorama difícil.
Su presidenta sostiene lo siguiente: Georgieva lo tiene claro. “Si esperamos a la próxima crisis será muy tarde. Debemos actuar ahora”
La funcionaria indicó anteriormente que “la prioridad inmediata” del FMI “es ayudar a los países a minimizar el riesgo de crisis y estar preparados para hacer frente a los problemas”. De esta manera, apoyará “políticas monetarias, fiscales y estructurales sólidas para construir economías más fuertes y mejorar la vida de las personas. Esto significa también tratar temas como las desigualdades, los riesgos climáticos y el rápido cambio tecnológico”.
Con información de: AlNavío