La fuente de la filtración de los documentos del Pentágono es desconocida hasta ahora. No obstante, aunque no hay indicios concretos de los responsables, existen sospechas que apuntarían a Rusia.
El Político
Por su parte, los investigadores están trabajando para determinar qué persona o grupo podría haber tenido la capacidad y la motivación para publicar los informes de inteligencia.
EEUU enfrenta una de las filtraciones de inteligencia más grandes de la década, amenazando no sólo la seguridad nacional sino a las fuentes de inteligencia del país norteamericano y la confianza de los aliados de occidente en confiar información secreta que ahora está al acceso de potenciales enemigos del país.
Las agencias de inteligencia como el FBI y la Agencia de Seguridad Nacional están investigando los autores detrás de esta filtración, reportó ElTiempo.
Rusia consideró este miércoles que la filtración de documentos clasificados de EEUU sobre el conflicto en Ucrania podría enmarcarse en una campaña de desinformación de Washington destinada a "engañar" a Moscú.
Lo único seguro es que se trata de una filtración y no de un hackeo. Por tanto, el autor podría estar dentro de esta administración.
Los expertos creen que se trataría de uno o de varios funcionaros estadounidenses, aunque desconocen la razón por la que podrían haber querido hacerlo.
Descubrir quién está detrás no será nada sencillo, y es que a algunos documentos filtrados tenían acceso miles de empleados, unas filtraciones que están aparecido en estilo ‘whac-a-mole’, es decir, de manera repetitiva y repentina en plataformas como Twitter, Telegram o Discord.
¿Por qué es importante?
La desconcertante filtración de documentos clasificados de los servicios de inteligencia estadounidenses en las redes sociales se está convirtiendo rápidamente en una debacle para el gobierno de Biden, que se esfuerza por dar respuestas al Congreso, a la opinión pública y a los aliados de Estados Unidos.
Ahora que el presidente Biden inicia su último viaje al extranjero, esta vez a Irlanda, su patria ancestral, la filtración amenaza con socavar dos pilares fundamentales de su política exterior: el fortalecimiento de las alianzas de Estados Unidos y el apoyo a Ucrania.
Convencer a los aliados de Estados Unidos de que "América ha vuelto" ha sido una misión central y un reto para Biden, que ha aglutinado coaliciones internacionales pero se ha enfrentado al escepticismo de gobiernos que temen el regreso del expresidente Trump.
Algunos expertos y funcionarios occidentales advierten de que la filtración del Pentágono -que revela que EEUU espía a adversarios y aliados por igual- podría erosionar la confianza y el intercambio de inteligencia con los socios en un momento especialmente delicado de la competencia global entre Estados Unidos y China.
Hello, Northern Ireland!
It's so great to be back. pic.twitter.com/A4PjLONoic— President Biden (@POTUS) April 12, 2023
Entre líneas
Con tantas incógnitas sobre el origen y el culpable de la filtración, los republicanos se han abstenido en gran medida de atacar a la administración Biden. Algunos comentaristas populistas han citado detalles filtrados sobre los objetivos militares de Ucrania para reforzar sus argumentos a favor de reducir la ayuda estadounidense.
Docenas de fotografías de documentos circularon por las plataformas en línea de Twitter, Telegram, Discord y otros sitios en los últimos días, aunque es posible que algunas hayan circulado por internet durante semanas, si no meses, antes de que comenzaran a recibir atención de los medios.
Además de información sobre Ucrania, los documentos también incluyen análisis confidenciales de los aliados de Estados Unidos, a quienes los funcionarios estadounidenses ahora buscan tranquilizar después de traspasarse la brecha de seguridad.
John Kirby warns journalists not to report on leaked Pentagon documents.
"This is information that has no business in the public domain…It has no business…on the front pages of newspapers or on television." pic.twitter.com/625CxNIarI
— Townhall.com (@townhallcom) April 10, 2023
En contexto
A finales de la semana pasada, se publicaron en línea unos documentos estadounidenses clasificados, una filtración que, según el Pentágono, representa un "riesgo muy grave" para la seguridad nacional de Estados Unidos.
Los documentos vieron la luz en enero en internet, según el diario The Wall Street Journal, y habían venido circulando por redes sociales hasta el viernes, cuando se conoció la filtración.
Entre otros detalles, muestran mapas de las defensas aéreas ucranias y un profundo análisis de los planes secretos de Corea del Sur, entre los de otros aliados, para entregar 330.000 proyectiles para la defensa antiaérea, necesarios para la contraofensiva de primavera de Ucrania, cuyos planes pueden verse alterados.
De hecho, una fuente próxima a la presidencia ucrania ha asegurado a la CNN que la filtración de los documentos, la más grave desde la publicación por WikiLeaks de más de 700.000 cables diplomáticos en 2013, fuerza un cambio en los planes ofensivos de Kiev. Ningún representante político o militar ucranio ha querido comentar oficialmente este extremo.
La novedad de los documentos secretos y ultrasecretos, y las pistas que ofrecen sobre inminentes operaciones, los hace especialmente perjudiciales, según la Administración de Joe Biden, dado que algunos tienen una antigüedad de solo 40 días.
Las relaciones entre Rusia y Estados Unidos están en niveles mínimos y se han deteriorado mucho a raíz del asalto ruso contra Ucrania.
Tras encadenar una serie de derrotas militares y fuertes pérdidas, Moscú presenta la contienda como un conflicto subsidiario orquestado por Occidente contra Rusia, con los europeos y los estadounidenses apoyando militar y financieramente a Ucrania.
Los documentos revelan el asombroso grado de penetración de EEUU en los servicios de seguridad e inteligencia rusos, lo que permite a los funcionarios enviar a Ucrania advertencias en tiempo real sobre las operaciones rusas.
También sugieren que Estados Unidos está espiando a los principales líderes militares y políticos de Ucrania, así como a otros socios militares clave como Corea del Sur, Israel y Egipto.
La revelación de hasta qué punto Estados Unidos ha comprometido el aparato militar ruso podría tener un grave impacto en el esfuerzo bélico de Ucrania, y la CNN informa de que Kiev ya ha modificado algunos planes de batalla debido a la filtración.
Ni los surcoreanos, ni los israelíes, ni los ucranianos se escandalizarán al saber que EEUU les espía -los aliados recopilan habitualmente información sobre los demás-, pero las revelaciones son, como mínimo, políticamente incómodas.
En resumen
Las consecuencias de la aparente filtración podrían ser significativas, incluso mortales, y podría poner en riesgo a las fuentes de inteligencia estadounidenses así como brindar información valiosa a enemigos del país.
En ese sentido, el portavoz de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Kirby, dijo que Washington está contactando a aliados y socios a "niveles muy altos" para informarles respecto al caso de la filtración.
Por su parte, el portavoz del Pentágono, Chris Meagher declaró que "la máxima prioridad del Departamento de Defensa es la defensa de nuestra nación y nuestra seguridad nacional.
Agregó que "el secretario y el Departamento de Defensa y el Gobierno de EEUU se toman muy en serio esta aparente revelación no autorizada, y es una prioridad máxima para nosotros".
Muchos de los documentos ya no están disponibles en los sitios donde aparecieron por primera vez y otros fueron removidos por Estados Unidos.
Una de las razones que podrían llevar a creer que las fuerzas rusas están detrás de la masiva fuga de documentos es la aparente modificación de ciertas cifras para que Rusia pareciera contar con una mayor ventaja en el conflicto bélico en Ucrania.
Medios estadounidenses y agencias han señalado que en algunas de las imágenes filtradas estarían modificadas las cifras de bajas rusas para que fueran menores que las reales, así como el aumento de los muertos del bando ucraniano.
Sin embargo, estas sospechas no han sido confirmadas por las agencias de inteligencia que apenas comenzaron sus investigaciones, las cuales podrían demorar en dar un veredicto certero debido a la complejidad y la magnitud de la filtración a través de distintos canales de internet, lo que dificulta el rastreo de los responsables.