Se conoció que durante el fin de semana el Ejército Nacional y disidencias de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) sostuvieron combates en el sector de El Crucero y La Secreta, zona rural del municipio de Corinto (Cauca).
El Político
La información se dio a conocer este lunes 25 de enero. De acuerdo con un informe preliminar de las autoridades, el enfrentamiento inició cuando miembros de la estructura ‘Dagoberto Ramos’ emboscaron a una patrulla de la fuerza pública y estos respondieron al ataque.
Lo cierto es que durante el primer mes del año ha aumentado el miedo de los colombianos en distintas zonas del país por la violencia propiciada por grupos subversivos.
El combate transcurrió mientras regía la medida de toque de queda en el departamento, y este hecho, según las autoridades, ayudó a que no hubiera personas heridas. Sin embargo, algunos caucanos, que entraban en las excepciones de esta norma, estaban en distintos mercados de la zona y apenas inició el cruce del fuego tuvieron que confinarse en una institución educativa.
Leonardo Rivera, secretario de gobierno de Corinto, indicó que “fueron combates muy fuertes y, por fortuna, no se presentaron personas heridas. Una vez bajaron la intensidad de los enfrentamientos fuimos en compañía de la Personería para atender a la comunidad, que debió quedarse en las casas y en una escuela para protegerse”.
Las autoridades del Cauca siguen investigando cómo se encuentran las familias de El Crucero y La Secreta, pero preliminarmente aseguran que la comunidad está bien y solo la estructura física de 11 viviendas fue afectada por el fuego cruzado. Al parecer varios proyectiles se incrustaron en las paredes de las casas.
Un poblador de la zona declaró de forma anónima que “varias casas terminaron impactadas por los disparos de fusil y de las ametralladoras, la gente quedó en medio de los combates, por eso se escondieron hasta debajo de las camas”
En videos y audios que circulan en redes sociales se escucha la intensidad y la constancia con la que el Ejército y las disidencias dispararon sus armas.
En esta zona habitan principalmente comunidades campesinas e indígenas que ya se pronunciaron para reiterar que esta situación vulnera sus derechos humanos y el Derecho Internacional Humanitario . Ellos están temerosos de que se vuelvan a producir enfrentamientos de este tipo porque aseguran que los subversivos realizan patrullajes frecuentes en la zona y a veces marcan territorios con grafitis que hacen alusión a las disidencias de las Farc.
Los pobladores afirmaron que “los campesinos tienen mucho miedo porque se vio que se atacaron muy duro y de manera prolongada, entonces la preocupación es que existe la amenaza que se vuelva a repetir en cualquier momento”.
Es de hacer notar que el fuego cruzado también puede incrementar el riesgo de desplazamiento. Durante las últimas semanas comunidades en Tibú (Norte de Santander) e Ituango (Antioquia) también han estado confinadas por enfrentamientos armados, ya sea entre distintos grupos ilegales o entre los delincuentes y la fuerza pública.
De hecho, el pasado 21 de enero se reportó que 106 familias, conformadas por 220 personas que habitaban El Cocal, zona rural del municipio de Barbacoas (Nariño), tuvieron que salir de sus hogares para huir de enfrentamientos entre subversivos. Esta población nariñense llegó a la cabecera municipal de Roberto Payán buscando refugio y ayuda estatal.
Los pobladores de El Crucero y La Secreta tienen miedo de vivir una situación parecida, por eso piden a las autoridades locales, pero sobre todo al Gobierno Nacional, que haga presencia en el territorio y frene la violencia que azota a la población.
Mientras hay un pronunciamiento más amplio de las autoridades, el Ejército asegura que sigue adelantando operativos contra los disidentes de las Farc en todo el departamento.
Fuente: infobae