Los principales diplomáticos del Grupo de las Siete potencias industriales (G7) expresaron preocupaciones compartidas el martes sobre las tendencias expansionistas de China en Asia, incluso mientras buscaban presentar un frente unido sobre la guerra desestabilizadora de Rusia en Europa.
El Político
"Recordamos a China la necesidad de defender los propósitos y principios de la Carta de la ONU y abstenerse de las amenazas, la coerción, la intimidación o el uso de la fuerza", dijeron los ministros de Relaciones Exteriores del G7 en su comunicado posterior a la cumbre, que provocó una fuerte condena de Beijing.
La extensa declaración conjunta siguió a tres días de conversaciones en Karuizawa, una ciudad turística en la prefectura central de Nagano en Japón, entre representantes de Canadá, Francia, Alemania, Italia, Japón, Reino Unido y Estados Unidos, además de la Unión Europea . Las principales economías han impuesto colectivamente las sanciones más severas a Rusia por su invasión en curso de Ucrania , ahora en su mes 14.
Poco condimento más se le podía echar a la reunión de los representantes diplomáticos de los siete países más industrializados del planeta. Desde su refugio japonés de Karuizawa solo se vislumbraban aguas revueltas a su alrededor.
Ejercicios militares que preocupan
China ejecutando grandes ejercicios militares que simulaban, con fuego real, una invasión sobre Taiwan; Corea del Norte lanzando un nuevo misil balístico intercontinental de combustible sólido; Rusia fortaleciendo lazos militares con los vecinos chinos mientras continúa su guerra en Ucrania; Europa envuelta en una disyuntiva sobre su relación con Pekín; Brasil abriendo la puerta del Sur Global a un nuevo orden multipolar.
Tampoco hay que olvidarse de la semana agitada en el país anfitrión de la reunión, Japón, donde solo se habla del atentado del sábado con una bomba casera contra el primer ministro Fumio Kishida, quien, aprovechando la atención internacional, no para de invocar su mantra de que "Ucrania hoy podría ser el este de Asia mañana".
Los ministros de Exteriores del G7 han pasado los últimos tres días en Karuizawa, un paraje montañoso y muy turístico en el centro de Japón, deliberando sobre todas estas cuestiones, con los desafíos de Pekín y Moscú como temas prioritarios. Este encuentro, que ha terminado con la promesa de un "frente unido" contra las amenazas de China a Taiwan y la invasión rusa de Ucrania, ha sido el aperitivo de la importante cumbre de líderes que se celebrará el próximo mayo en la ciudad de Hiroshima.
Lo que acordaron
Los cancilleres de Japón, Gran Bretaña, Canadá, Francia, Alemania, Italia y Estados Unidos acordaron este martes que mantener la unidad era "extremadamente importante" para abordar los diversos desafíos a los que se enfrentan. En el encuentro también estaba presente la Unión Europea, representada por el veterano diplomático cordobés Enrique Mora, el número 2 del jefe de política exterior, Josep Borrell, quien se ha ausentado tras dar positivo por Covid.
"La fuerza de la solidaridad entre los ministros de Relaciones Exteriores del G7 está en un nivel nunca antes visto", dijo al acabar la reunión el ministro de Exteriores japonés, Yoshimasa Hayashi. En la declaración conjunta, el grupo reiteró su compromiso en apoyar a Ucrania "todo el tiempo que sea necesario". Sobre la "situación crítica de seguridad" en Taiwan, hicieron un llamamiento a Pekín para que actúe como un miembro responsable de la comunidad internacional.
Unos comentarios que llegan después de que el presidente francés, Emmanuel Macron, se desmarcara de la línea seguida los últimos meses por la UE al asegurar que Europa no debería quedar "atrapada en crisis que no son las nuestras", en referencia a Taiwan, y que el bloque debería seguir una estrategia independiente tanto de Washington como de Pekín.
En conclusión
Sin embargo, desde Karuizawa, el comunicado del grupo, queriendo trasladar unidad frente a la reciente asertividad de Pekín en la región, instó a la segunda potencia mundial a "abstenerse de amenazas, coerción, intimidación o uso de la fuerza". Un alto funcionario de EEUU ya incidió el lunes a los periodistas presentes que todos los ministros del G7 coinciden en la necesidad de hacer frente a cualquier "coerción" del ejército chino en el estrecho de Taiwan. Eso mismo remarcó al acabar la reunión el secretario de Estado, Antony Blinken.
"Sobre Taiwán, existe una clara unanimidad en el enfoque que estamos adoptando", sostuvo el estadounidense. Blinken, antes de aterrizar en Japón, hizo una breve parada en Vietnam buscando estrechar lazos con este país del Sudeste Asiático, enfrentado también con China por varias disputas marítimas.
"Por primera vez como G7, señalamos en una declaración nuestro compromiso con un orden internacional abierto, libre y basado en reglas, y nuestra firme objeción a los intentos unilaterales de cambiar el statu quo en cualquier parte del mundo", remarcó el japonés Hayashi.
Fuente: El Mundo