Los venezolanos, como cada día, se enfrentan a infinidad de problemas que son ocasionados exclusivamente por el Gobierno. El asunto del suministro de gasolina era otro dolor de cabeza este jueves, sin embargo, la llegada de gandolas identificadas con PDVSA habría calmado a más de uno y desde luego disminuyó el congestionamiento.
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Aunque la angustia y las colas pasarían a segundo plano, los dueños y administradores de las bombas, recibieron únicamente gasolina de 91 octanos. “Temo que el carro se dañe con la de 91” repiten los usuarios, quienes añaden al comentario amargo “estuve en varias bombas y en ninguna hay gasolina de 95 octanos, pero por lo menos hay de 91”.
Mientras que los bomberos ( los que se encargan de llenar el tanque) le dan respuesta a las inconformidades de los usuarios con un simple: “Es lo que hay y es mejor que llene el tanque ahora”.
– ¿ Cuál es la diferencia? –
La gasolina de 91, es recomendada para los motores más antiguos, es decir, aquellos que tienen una relación de compresión menor a los motores de fabricación más reciente. Mientras que la gasolina de 95 es sugerida para los vehículos más recientes, cuyos motores manejan relaciones de compresión mayores y necesitan el uso de combustibles con un poder antidetonante más alto.
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En una angustia por llenar el tanque, los usuarios en la Gran Caracas, se habrían quejado que los carros “no estaban respondiendo igual y que pistoneaban”, al parecer por el asunto de la gasolina 91 ( la única que llegó). A modo de tapar la molestia con forma sarcástica, el directivo de la Federación Única de Trabajadores Petroleros de Venezuela, Iván Freites dijo que el Gobierno “se apuró” por abastecer Caracas y otras ciudades, con la finalidad de evitar el disgusto, pero resulta, que la solución fue peor. Freites explicó, que el combustible que fue suministrado en gran parte del territorio nacional proviene de la planta catalítica de la refinería de Amuay, en Falcón, la única que opera en el país.
Tal planta solo produce 70.000 barriles diarios, que son insuficientes para cubrir la demanda nacional de 200.000 barriles por día.
– ¿Qué hacer para evitar daños? –
El uso de gasolina 91 de forma prolongada puede afectar la vida útil del carro. Por ello es recomendable cambiar el filtro cada 5.000 kilómetros en lugar de cada 10.000 kilómetros. Aunque esto tampoco es económico, pues los conductores deberán gastar más de 200.000 bolívares solo en tal mantenimiento. Mientras tanto, los conductores venezolanos deberán llenar el tanque con 91 pues “eso es lo que hay”.
Con información de Venezuela Al Día