EEUU y Rusia sostuvieron una reunión en Ginebra, Suiza, para bajar la tensión existente por el caso de Ucrania. En la cual el Kremlin negó que en sus planes inmediatos contemple una invasión armada a ese país y la Casa Blanca ofreció medidas recíprocas para mejorar la seguridad y estabilidad estratégica en la zona.
El Político
La subsecretaria es estado norteamericana, Wendy Sherman, y el viceministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Sergei A. Ryabakov, iniciaron este lunes, en Ginebra, la distensión en la frontera de Ucrania con un diálogo bilateral.
«Tratamos una serie de ideas en las que nuestros dos países podrían tomar medidas recíprocas que serían de nuestro interés en materia de seguridad y mejorarían la estabilidad estratégica", dijo la subsecretaria de Estado norteamericana, Wendy Sherman, en conferencia telefónica posterior al encuentro.
Rusia quiere garantías de la OTAN
En las ocho horas de diálogo, los funcionarios rusos dijeron a sus homólogos estadounidenses que no tienen planes de invadir Ucrania.
"No hay razón para temer algún tipo de escenario de escalada", dijo Sergei A. Ryabkov.
El viceministro de Relaciones Exteriores de Rusia ofreció declaraciones a los periodistas después de la reunión en Ginebra, según informa Reuters.
"Las conversaciones fueron difíciles, largas, muy profesionales, profundas, concretas, sin intentos de pasar por alto algunos aspectos delicados. Tuvimos la sensación de que la parte estadounidense tomó muy en serio las propuestas rusas y las estudió profundamente", añadió Ryabkov.
Rusia aseguró a Estados Unidos, durante la primera ronda de negociaciones que consideró que sería un "gran error" si la OTAN se niega a conceder garantías de seguridad a Moscú.
Pese a Ginebra crisis sigue en pie
No es que con estas conversaciones acabe la crisis.
Sigue habiendo en la frontera con Ucrania decenas de miles de soldados rusos enviados allí por Vladímir Putin.
La parte estadounidense dejó claro que no se fía del todo de las exigencias de Rusia. Según dijo Sherman, que es la número dos de la diplomacia estadounidense, "un país no puede cambiar las fronteras de otro por la fuerza, un país no puede dictar los términos de la política exterior de otro, o impedirle a otro país que elija sus propias alianzas".
En resumen, hubo ocho horas de conversación. Se dijeron las cosas claras.
Pero ambos mantienen idénticos puntos de vista que antes de empezar las conversaciones.
Fuente: Agencias