El acta de defunción filtrada en las redes sociales evidencia que los siete jóvenes masacrados en sector El Junquito, incluyendo a Óscar Pérez, recibieron un disparo en la cabeza, lo que refuerza la hipótesis del acribillamiento.
La vocación dictactorial y violatoria de los derechos humanos del régimen de Maduro ya no está en duda. La masacre de Óscar Pérez y seis de sus compañeros del movimiento Equilibrio Nacional el pasado lunes en el sector El Junquito parece no ser suficiente abuso para quienes secuestran el poder, pues además de no entregar los cuerpos a sus familiares, tal como establece la ley, este sábado se disponen a enterrarlos sin permitir el velatorio.
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A través de las redes sociales se informó del traslado de los siete cuerpos hacia el Cementerio del Este, con el fin de sepultarlos sin siquiera cumplir con el velorio por parte de familiares y allegados. Cuerpos de seguridad habrían tomando el camposanto para enterrar a los cuerpos, sin el consentimiento de sus cercanos, en una muestra más de irrespeto a las leyes y al dolor de los familiares por la muerte de estos jóvenes.
Aura Pérez, tía del ex policía Óscar Pérez, quien se apersonó a la morgue de Bello Monte donde solo pudo realizar el reconocimiento más no autorizar cremación alguna como intentaba el régimen, habría solicitado acompañarla al cementerio donde se disponen a enterrarlo.