A raíz de las muertes masivas en una escuela de Texas, el gobernador Greg Abbott especuló que el pistolero tenía problemas de salud mental y pidió que se hiciera más. Un experto niega que esta sea la causa principal.
El Político
Al culpar de la masacre a problemas de salud mental, Abbott comenzó la conferencia de prensa describiendo la secuencia de eventos que terminó con 21 muertos, incluidos 19 niños, y 17 heridos.
Y justo el mes pasado, Abbott recortó $211 millones del departamento estatal que supervisa los programas de salud mental.
"Le hice al sheriff y a otros una pregunta abierta… ¿cuál es el problema aquí? Y fueron directos y enfáticos: dijeron que tenemos un problema con las enfermedades mentales en esta comunidad y luego explicaron sobre la magnitud de los desafíos de salud mental que enfrentan en la comunidad y la necesidad de más apoyo de salud mental en esta región”, fue la respuesta de Abbott.
Abbott también dijo que las autoridades desconocían cualquier historial criminal o de enfermedad mental de Salvador Ramos, de 18 años, que pudiera haberlo identificado como una amenaza.
No hay una conexión entre tiroteos masivos y problemas de salud mental, según experto
“No tengo conocimiento de ninguna conexión con la tragedia de Uvalde y la enfermedad mental. Creo que no tengamos evidencia que sugiera que el pistolero tenía una enfermedad mental diagnosticada. Es posible que haya estado lidiando con problemas psiquiátricos, pero eso no nos lleva a la conclusión de que la principal fuerza impulsora detrás de sus acciones fuera una enfermedad mental”, indicó Greg Hansch, director general de la Alianza Nacional sobre Enfermedades Mentales (NAMI) en Texas.
Según la organización NAMI, menos del 10 por ciento de los tiroteos en todo el país involucran a personas con enfermedades mentales.
“ No existe una relación fuerte entre la enfermedad mental y la violencia. No debemos usar la enfermedad mental como chivo expiatorio…hacer un mejor trabajo para abordar la salud mental no terminará ni reducirá sustancialmente los tiroteos masivos. Deberíamos abordar la salud mental porque salva vidas que de otro modo podrían perderse por suicidio y otras condiciones”, indicó Hansch.
El director de NAMI indicó que no hay una respuesta clara sobre qué se podría hacer para disminuir los tiroteos masivos en Estados Unidos, pero indicó que se han unido con activistas a favor de más control de armas en busca de una solución.
Según Hansch, apoyaron una medida que buscaba restringir las armas de fuego para personas que están afligidas y que podrían hacerse daño, así como a otras personas. “Esta ley ha salvado vidas en otros estados, pero no ha sido aprobada en Texas”, explicó.
Texas hace más accesible portar un arma
Según la organización Texas Gun Sense, un 37% de los texanos tienen un arma de fuego. Es posible que hayan más armas de fuego en la región debido a que las autoridades estatales no mantienen un registro de armas de fuego.
De acuerdo con la organización The Gun Violence Archive, desde 2015 hasta este martes, se han registrado 31 tiroteos en escuelas primarias y secundarias en Texas que han resultado con personas heridas y muertas. Incluso, en 2019, después de los tiroteos masivos en El Paso y Odessa, el gobernador texano, invocó un plan de acción para evitar más incidentes como estos.
Sin embargo, los meses posteriores a un tiroteo masivo, los legisladores republicanos relajaron aún más las leyes de armas, sobre todo al aprobar el porte sin permiso en 2021. Esto a menos de dos años después de que los tiroteos masivos en El Paso y Odessa cobraran la vida de 30 personas.
Por su parte, el profesor de ciencias políticas de Rice University, Mark Jones, indicó que el reciente tiroteo masivo en Texas no será suficiente para crear nuevas medidas para el control de armas.
Fuente: Univisión