De acuerdo con el gobernador Ron DeSantis, el sistema de desempleo del estado ya está en capacidad capaz de manejar la gran cantidad de solicitantes que está recibiendo mientras los trabajadores pierden sus empleos por la pandemia de coronavirus, según difundió floridapolitics
El Político
En ese sentido, el gobernador De Santis explicó que han incrementado la capacidad del sistema informático manejar 120,000 conexiones simultáneas, aproximadamente el doble del uso máximo en las últimas semanas.
Comentó también que para el martes se habían capacitado 750 empleados estatales adicionales para que se encarguen de manejar y procesar las llamadas telefónicas. Adicional a esto, se están contratando centros privados de llamadas para proporcionar un servicio adicional. La semana pasada se realizaron 3,8 millones de llamadas al departamento, un 50% más que todo el año pasado.
Un dato a considerar es que más de 520,000 floridanos han manifestado que están desempleados desde el 15 de marzo, en comparación con 326,000 en todo el año pasado. "Estamos en una posición en la que las personas han perdido sus empleos, están buscando alivio y estaban teniendo muchas dificultades", dijo DeSantis. “La gente estaba en este sitio y se agotaba el tiempo de espera. La gente pasaba horas en esto y horas y eso es inaceptable. Tienes una madre soltera que ya no tiene trabajo, que tiene que preocuparse por el pago del alquiler y cómo llevará la comida a la mesa. Queremos que este sistema sea accesible ".
Sin embargo, algunas personas dijeron que no habían recibido las ayudas.
Hay que tomar en cuenta que las estadísticas estatales muestran que más de 13,000 personas han sido diagnosticadas con la enfermedad y 253 han muerto desde que el brote se detectó hace un mes. Unas 1.600 personas están hospitalizadas en el estado. Ahora que los cristianos observan la Semana Santa hasta el Domingo de Pascua y los judíos pronto conmemoran la Pascua, que comienza el miércoles, DeSantis se ha acercado a los líderes religiosos para proteger la salud pública.
Si bien eximió a las casas de culto de la orden de permanencia en el hogar que emitió la semana pasada, el gobernador los alentó a mantener sus servicios en línea, al aire libre o de otras maneras para limitar el contacto de persona a persona. "Queremos que las personas estén espiritualmente juntas pero que permanezcan socialmente distantes", dijo. “Por favor, mantenga a Dios cerca pero permanezcan alejados del COVID-19”.
Por otra parte, distintos grupos de derechos civiles presentaron una demanda federal contra el departamento correccional del condado de Miami-Dade, para obtener una orden de emergencia para liberar a presos médicamente vulnerables.
De acuerdo con la querella, el Centro de Detención MetroWest es una "placa de Petri" para el virus y los reclusos carecen de protecciones básicas. “Las personas se apiñan en literas estilo dormitorio, 60 personas en una celda, sin acceso a las cosas básicas que tenemos en el exterior. No tienen desinfectante para manos, guantes ni capacidad para distanciarse ”, detalló Maya Ragsdale, abogada del grupo Dream Defenders, en un comunicado de prensa.
La demanda fue presentada a nombre de siete de los 1.800 reclusos de la cárcel. Una audiencia telefónica sobre una solicitud de una orden judicial temporal sobre la liberación de ciertos reclusos se programó para el lunes en la tarde ante la jueza de distrito estadounidense Kathleen Williams, pero se prolongó hasta el martes.
