Con o sin medidor, los usuarios de la Ciudad y el Gran Buenos Aires deberán pagar este año un nuevo incremento en las tarifas de agua potable y cloacas. El plan del Gobierno es aplicarlo desde el mes que viene, según documentos a los que accedió Clarín.
El nuevo cuadro tarifario, próximo a anunciarse, hará que las boletas se incrementen un 22% para todos los clientes de AySA, incluyendo a los que pagan la Tarifa Social. Esa será la regla general. Pero un millón y medio de ellos tendrán un impacto extra porque además perderán, en forma gradual durante cinco bimestres, el subsidio del 25% de la factura que hoy reciben por vivir en ciertas zonas.
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Así, para ese grupo la suba será del 30% en marzo y luego tendrán otras acumulativas de 6,3% en mayo, 5,9% en julio, 5,6% en septiembre y 5,3% en noviembre. En total, a fin de año terminarán pagando un 63% más que ahora.
Esos son los puntos clave de la Propuesta de Adecuación Tarifaria que AySA le entregó al Gobierno el 2 de febrero y que le presentó hace días a entidades de usuarios. El plan aún no está aprobado, pero en la Subsecretaría de Recursos Hídricos le confirmaron a Clarín que “si hay cambios, van a ser menores”.
En concreto, la iniciativa hará que en marzo la factura media pase de los $ 297,60 actuales a $ 387,30 para los hogares aún subsidiados (unas 629 mil familias) y de $ 446,70 a $ 545 para los demás (1,1 millón), siempre entre los que no tienen medidor. Para los medidos, las subas serán de hasta 30%. Estos, a igual consumo, pasarán de $ 492 a $ 640,30 si estaban subsidiados y de $ 754,90 a $ 921 si no.
Con información de Clarín