El Gobierno apura el paso para lanzar antes de fin de año una iniciativa inédita en el mercado local de la construcción: convocará a una licitación internacional para construir viviendas sociales en la Argentina, algo que según los funcionarios de la administración actual no se hizo nunca antes en la historia del país.
Si bien la compulsa estará abierta a compañías de todo el mundo, por los requerimientos oficiales y las actuales alternativas disponibles a nivel constructivo, se estima que las compañías chinas correrán con ventaja por encima del resto.
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Así lo confirmaron ayer Ricardo Delgado, subsecretario de Coordinación de la Obra Pública Federal, e Iván Kerr, subsecretario de Desarrollo Urbano y Vivienda y presidente del Procrear en diálogo con periodistas.
El Gobierno estima que el primer tramo del financiamiento proveniente del país asiático (en caso de ganar) será de US$ 500 millones, que permitirán construir 7000 viviendas a partir del año próximo sobre terrenos que el AABE, el organismo que administra los inmuebles del Estado, le cedió al Procrear, el programa con el que se subsidia la construcción y venta de viviendas sociales. Luego, el Gobierno podría tomar otros tramos.
Las viviendas que se construirán a partir de la licitación internacional forman parte de un grupo de 15.000 unidades que el Gobierno espera iniciar el año próximo. Esos números utilizaron ambos funcionarios para argumentar que pese al ingreso de empresas extranjeras al negocio de las viviendas sociales, hay espacio para los jugadores locales.
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