El consejero de Educación del Gobierno balear, el socialista Martí March, presentó ayer jueves el «Protocolo Trans», que se aplicará ya a partir de la próxima semana para el alumnado transexual y transgénero que estudie o que pueda estudiar en un futuro en los centros educativos de la Comunidad. Dicho protocolo prevé, esencialmente, la adopción de una serie de medidas concretas relacionadas con el nombre, la vestimenta o el uso de las instalaciones escolares.
«Esta es una iniciativa transversal, de las administraciones y evidentemente de toda la sociedad», afirmó March, para añadir: «Las cuestiones de actitudes y conductas no se cambian a través de las leyes, pero también es cierto que a través de las leyes y las normas se empiezan a modificar».
El objetivo prioritario del «Protocolo Trans», que se ha elaborado con la participación de varios colectivos conocedores de la materia, es poner en marcha una serie de pautas que garanticen el libre desarrollo de la personalidad del alumnado trans y su no discriminación por motivos de identidad de género o de orientación sexual, con objeto de prevenir y evitar situaciones de transfobia, exclusión, acoso escolar o violencia de género.
Así, por ejemplo, se pedirá a la comunidad educativa de cada centro que se dirija al alumno o a la alumna trans por el nombre de pila con el cual se identifique. En ese sentido, se respetará su derecho a utilizar dicho nombre en todas las actividades docentes y extraescolares que se realicen en el colegio, incluyendo los exámenes. Todo ello, sin perjuicio de que en los documentos oficiales de evaluación se mantengan, hasta que legalmente proceda, los datos de identidad registrales a efectos oficiales.
Otra medida que deberá adoptarse será la de respetar la imagen física del alumnado trans, así como la libre elección de su indumentaria. Asimismo, si en el centro existe la obligatoriedad de usar un uniforme diferenciado por sexos, se tendrá que reconocer el derecho de dichos alumnos o alumnas a llevar el uniforme que corresponda en función de la identidad sexual manifestada.
Además, se tendrá que garantizar que el alumnado trans tenga acceso a los baños y vestuarios que les correspondan de acuerdo con su identidad de género. Por último, los centros donde haya aulas diferenciadas por sexo tendrán que adecuarse también a la nueva iniciativa impulsada por el Govern.
«Lo que quiere el protocolo es normalizar, que los alumnos se puedan incorporar al centro de forma natural, como cualquier otra persona», explicó Marta Escoda, directora del Instituto para la Convivencia y el Éxito Escolar. En ese contexto, recordó que el citado protocolo nació a raíz de la existencia de un caso concreto, el de Ensa, que biológicamente era un niño pero que se sintió una niña desde muy temprana edad. Sus padres también han ayudado a elaborar la recién aprobada norma educativa.
Con información de ABC.es