Un alto cargo del Foreign Office consultado por ABC, «aquí no se habría hecho caso a ningún tipo de presión del Gobierno español. Boris Johnson tiene muchas y muy buenas relaciones en el mundo político. Pero hay dos personas con las que el primer ministro no tiene ninguna química política ni personal: Nicola Sturgeon y Pedro Sánchez».
El Político
No es de extrañar que Guaidó comenzara su periplo europeo en el Reino Unido pues el «premier» Boris Johnson era un firme partidario de esa gira.
Guaidó fue recibido por Boris Johnson, por Borrell en Bruselas, por Angela Merkel, Emmanuel Macron, por Trudeau en Canadá y finalizó en EE.UU., donde llegó en una semana en que Trump tiene la agenda completa. En Miami, Guaidó hace tiempo, hasta que llega a Washington la semana del 3 de febrero.
La visita a la Casa Blanca se mantuvo en el más absoluto de los secretos hasta que Guaidó aparece en el Capitolio en el Discurso del Estado de la Unión el 4 de febrero y fue recibido con una calurosa y prolongada ovación.
España titubeó
Solo en España no fue recibido por el jefe del Gobierno. Aquí solo lo atendió la ministra de Exteriores, González Laya, y lo hizo en la Casa América.
El pasado 20 de enero el presidente encargado de Venezuela, Juan Guaidó, comenzó su gira internacional en Colombia donde participó en la Cumbre Hemisférica contra el Terrorismo. Allí se reunió, entre otros mandatarios, con el presidente colombiano, Iván Duque, y con el secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo. La gira, que le iba a llevar por los principales países europeos y norteamericanos, empezaba con buen pie.
Pocas horas antes de esos encuentros en Bogotá, Delcy Rodríguez, vicepresidenta chavista del Gobierno venezolano, aterrizaba en el aeropuerto de Barajas para reunirse durante más de una hora con el secretario de Organización del PSOE y ministro de Transportes, José Luis Ábalos, y hablar por teléfono con el presidente, Pedro Sánchez.
Como ya informó el diario ABC, hablaron de varios temas de los que solo trascendieron tres: Rodríguez pidió que el presidente del Gobierno español no recibiera a Juan Guaidó y que lo hiciera solamente la ministra de Exteriores, González Laya; manifestó su malestar por la presencia del líder opositor Leopoldo López en la residencia del embajador español en Caracas; y por último hablaron de la presencia de Repsol en Venezuela.
«Pocas horas después de que Delcy Rodríguez abandonara España, cuando Juan Guaidó se encontraba todavía en Colombia, empezaron las presiones en varios de los países que iba a visitar el presidente encargado, especialmente Francia y Alemania, para que Emmanuel Macron y Angela Merkel no lo recibieran», explican a ABC fuentes consultadas por este diario en Caracas.
«Puede ser coincidencia o no, pero muchos en el entorno del presidente encargado pensamos que fue otro de los asuntos que abordó Delcy Rodríguez con sus interlocutores españoles».
Desde el martes 21 en que Guaidó llega a Londres y el sábado 25 en que recala en Madrid. Fuentes de absoluta solvencia consultadas por ABC en Madrid, Washington, París y Caracas, aseguran que La Moncloa y el Ministerio de Asuntos Exteriores español ejercieron una intensa labor diplomática para que se siguiera lo que ellos llamaban «la vía española» con respecto a la gira de Juan Guaidó, es decir, que ningún jefe de Gobierno o de Estado se reuniera con el presidente encargado de Venezuela y que solo lo hicieran los ministros de Exteriores.
Especialmente intensas fueron las presiones hechas por La Moncloa en París, concretamente en el Elíseo y en el entorno del presidente Macron. Las fuentes consultadas por ABC aseguran que hubo también una eficaz actividad del entorno de Guaidó para contrarrestar esas presiones.
«El jueves 23 de enero Juan Guaidó está en Davos. En ese momento aparecen dudas en Francia sobre si es conveniente que al presidente encargado le reciba el presidente o el ministro de Exteriores». Algunas fuentes subrayan incluso que la visita ya pactada se habría caído de la agenda.
Así, la imagen difundida de Macron y Guaidó no fue la habitual foto oficial distribuida por el Elíseo ni figuró en la agenda que envía a los medios. «Esas dudas las instiga el Gobierno de España y se plantean no en los escalafones más altos, sino en puntos intermedios, con funcionarios que precisamente se dedican a esta logística, gente que no está en la primera fila.
No es algo definitivo, pero se pone como ejemplo que en España, un país en que Venezuela es tan importante, el presidente del Gobierno no le vea», dice a ABC una de esas fuentes.
Sin embargo, según otras fuentes cercanas a Guaidó, en realidad había un gran interés por parte de Macron para verse con el presidente encargado, aconsejado por la canciller alemana, Angela Merkel, y el primer ministro británico, Boris Johnson, que estaban a favor de esta gira.
«Finalmente el propio Macron aclara que es él quien tiene interés en verse con Guaidó, y quien decide verle, aun cuando Sánchez, con quien tiene contacto, no haya aclarado en ese momento si va a recibirle o no», dice una de esas fuentes.
ABC se puso en contacto con el Elíseo para recabar su versión sobre el encuentro Macron-Guaidó y la agregada de prensa de la Direccion General de Comunicación del Elíseo respondió: «Lamento comunicarle que no aportaremos ningún comentario al respecto». Puestos en contacto con La Moncloa, se limitaron a trasladar la cuestión al Ministerio de Exteriores.
Sin duda, Boris Johnson dio un paso adelante que fue seguido por otros mandatarios, el gran apoyo recibido en Canadá por el primer ministro Pierre Trudeau así lo corrobora. Canadá forma parte de la mancomunidad de naciones o Commonwealth of Nations, una organización compuesta por 53 países soberanos independientes y semi independientes que, con la excepción de Mozambique y Ruanda,1 comparten lazos históricos con el Reino Unido. Su principal objetivo es la cooperación internacional en el ámbito político y económico