Canadá causó "un gran daño" a miles de niños indígenas locales cuando durante casi 30 años los sacó de sus comunidades y forzó su adopción por parte de familias no indígenas, dijeron hoy los tribunales del país.
El Tribunal Superior de la provincia de Ontario, la principal del país, dictaminó este martes en contra el Gobierno canadiense por el llamado "Saqueo de los Sesenta", como se conoce popularmente la política de extracción de menores indígenas, y dio la razón a los demandantes.
El juez Edward Belobaba, del Tribunal Superior de Ontario, señaló en la decisión que "se hizo un gran daño" a los niños indígenas.
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"Los niños ‘saqueados’ perdieron contacto con sus familias. Perdieron sus lenguaje, cultura e identidad indígenas", explicó.
Belobaba añadió que "ni los niños ni las familias adoptivas recibieron información sobre la herencia indígena de los niños o sobre los beneficios educativos o de otro tipo que tenían derecho a recibir. Los niños saqueados desaparecieron sin casi dejar rastro".
El Gobierno canadiense defendió la política ante el tribunal al afirmar que la sensibilidad en los años sesenta era distinta a la de hoy en día y que actuó en buena fe al sacar a los niños indígenas de sus comunidades.
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La sentencia del Tribunal Superior de Ontario es fruto de una demanda colectiva presentada hace ocho años en nombre de 16.000 niños indígenas de esa provincia que fueron retirados de sus hogares entre 1965 y 1984 para ser adoptados por familias no indígenas.
Los demandantes han solicitado una indemnización de 1.300 millones de dólares canadienses (unos 962 millones de dólares estadounidenses).
Los tribunales canadienses tienen que decidir ahora la indemnización final que concede a los demandantes. Grupos indígenas en otras provincias del país están preparando demandas colectivas por saqueos similares ocurridos en esos años.
Con información de EFE