El Gobierno de Colombia quiere trasladar que en el contencioso con la española Gas Natural Fenosa a cuenta de su filial Electricaribe no ha habido expropiación, sino liquidación de acuerdo a la ley y que el diálogo con la multinacional sigue abierto.
La Embajada de Colombia hizo público hoy un comunicado después de que hace dos días las autoridades decidieron liquidar la distribuidora y comercializadora Electricaribe, por considerar que no presta el servicio adecuado y su situación financiera es mala.
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El comunicado denota la preocupación porque el contencioso, que llegará previsiblemente al Centro Internacional de Arreglo de Diferencias (Ciadi), siembre dudas acerca de la seguridad jurídica de Colombia en un momento en el que busca inversiones tras el final del conflicto armado con la guerrilla de las FARC.
"Con esta decisión no está en riesgo la seguridad jurídica. Por el contrario, el Gobierno de Colombia aplica la ley de insolvencia económica (ley de quiebras) existente en la actualidad, un procedimiento concursal que existe en todo el mundo ante este tipo de situaciones", dice la nota.
Gas Natural Fenosa mantiene mientras tanto que ultima la demanda ante el Ciadi y que, mediante la vía del arbitraje internacional, buscará una indemnización "muy superior" al valor contable de Electricaribe, que es de 475 millones de euros, y que podría estar en torno a los mil millones.
El grupo español posee el 85 % de Electricaribe desde 2009 y el 15 % restante está en manos del Gobierno colombiano, y la empresa atiende a 2,5 millones de clientes de varios departamentos de la cosa del Caribe.
El dialogo sigue abierto mientras el liquidador lleva a cabo el proceso de cuantificación de activos y pasivos, recordaron hoy fuentes diplomáticas colombianas, que señalaron que Gas Natural está presente en otras zonas del país y presta un servicio satisfactorio.
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Las fuentes apuntan que en el caso de la zona Caribe el problema es que la empresa no ha llevado a cabo desde hace años inversiones para mejorar las redes de distribución, con las consiguientes pérdidas de energía que han incrementado el pasivo.
Este problema se une – según la empresa española – a una fuerte morosidad de la clientela, que no paga facturas y que en ocasiones recurre a engancharse a la red de modo ilegal.
Las fuentes colombianas reconocen que algunos de los impagos proceden de organismos públicos locales pero que la cifra – unos cincuenta millones de euros – no es factor decisivo en el abultado pasivo de Electricaribe.
Con información de EFE