El presidente de Kenia, Uhuru Kenyatta, firmó la conmutación de todas las penas de muerte en el país por la de cadena perpetua, una decisión con la que 2.747 condenados evitarán la ejecución.
El Gobierno keniano también anunció la puesta en libertad de 102 condenados a sentencias de larga duración tras "una investigación a fondo de los antecedentes" realizada por un comité asesor al que la Constitución otorga el poder de perdonar a los delincuentes que se hayan rehabilitado en prisión.
Entre los condenados a los que se les ha retirado la pena capital hay 2.655 hombres y 92 mujeres, según detallaron los medios locales.
En 2009, el entonces presidente Mwai Kibaki también realizó una conmutación masiva de las condenas a pena de muerte en Kenia.
En Kenia la pena capital se aplica a los delitos de asesinato y robo a mano armada, aunque la última vez que se llevó a cabo fue en 1987 con la ejecución -dictada por un tribunal militar- de los oficiales responsables de la asonada que cinco años antes había intentado derrocar al entonces presidente, Daniel Arap Moi.
Con información de EFE
