El Gobierno de la región de Cataluña, de sesgo independentista, se renovó este viernes para afrontar el proceso de preparación de una consulta soberanista que desea convocar para el 1 de octubre próximo y que los tribunales y el Ejecutivo español consideran ilegal.
El presidente de esa región, Carles Puigdemont, anunció hoy varios cambios den los departamentos de Presidencia, Interior y Enseñanza, que son los más implicados en la preparación de ese hipotético referéndum.
Puigdemont admitió que los tres titulares hasta ahora de esas Consejerías habían decidido "dar un paso al lado" en este proceso, un modo de reconocer que esos tres consejeros no están plenamente convencidos de continuar con los preparativos.
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El Estado se plantea acciones políticas y judiciales ante el reto separatista catalán, que suponen que los políticos implicados en el proceso soberanista podrían ser inhabilitados para cargo público y también hacer frente con su patrimonio personal a eventuales multas o condenas.
Esta hipótesis ya llevó al cese, la semana pasada, del consejero de Empresas catalán, después de afirmar en una entrevista que estaría dispuesto a ir a la cárcel por su separatismo pero no a perjudicar a su familia si pierde su patrimonio personal para afrontar sanciones.
EFE