El Gobierno sirio instó a la unidad de esfuerzos frente al terrorismo y exigió a la comunidad internacional que se coordine y coopere con las autoridades, tras el atentado que causó 126 muertos, según activistas.
El Ministerio sirio de Asuntos Exteriores recordó en dos cartas, enviadas a la ONU y cuyo contenido fue publicado por la agencia de noticias oficial siria SANA, que "terroristas" perpetraron ese acto "atroz y criminal" con el objetivo de matar al mayor número de menores y mujeres el sábado.
Explicó que el atentado tuvo lugar en la zona de Al Rashidín, en la provincia de Alepo, donde se agruparon autobuses y ambulancias, que transportaban a unos 5.000 civiles de las poblaciones sitiadas de Kefraya y Fua.
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Según sus datos, el ataque ocasionó la muerte de más de 120 mujeres y menores, y dejó cientos de heridos.
Las misivas subrayaron que la gente de Fua y Kefraya han sufrido durante cuatro años un duro asedio, hambruna y ataques con cohetes por parte de grupos "terroristas".
A juicio del Ministerio, "este ataque cobarde es la respuesta de los terroristas y sus dueños a los logros hechos por el Ejército Árabe Sirio y sus aliados, y su éxito a la hora de enfrentarse a organizaciones terroristas del Frente al Nusra y el ‘Dáesh’ (acrónimo en árabe de Estado Islámico)".
Asimismo, pidió a la ONU que se castigue a los autores del atentado y se juzgue a los Gobiernos que apoyan a los "terroristas". Por el momento, ningún grupo ha reivindicado el atentado contra el convoy de evacuados.
EFE