La percepción idílica de los californianos sobre las políticas progresistas en el ámbito migratorio ha sufrido un drástico golpe, evidenciado en una encuesta que destaca el descontento generalizado. Ciudadanos de diversas filiaciones políticas y grupos demográficos coinciden en la creciente inseguridad en la frontera sur y ven a los inmigrantes como una carga para el país.
El Político
Incluso entre los votantes demócratas, un impactante 62% considera a los solicitantes de asilo como una carga, y el 46% percibe inseguridad en la frontera. Este descontento se intensifica entre los hispanos, con un 63% viendo a los inmigrantes como una carga y el 56% considerando que la frontera no es segura. Los negros, en particular, muestran una preocupante percepción, con un 69% y 60%, respectivamente, en desacuerdo con las políticas actuales.
El estudio del Instituto de Estudios Gubernamentales de Berkeley subraya la amplitud de la crítica, trascendiendo las divisiones partidistas y demográficas. Los resultados indican que la entrada masiva e incontrolada de inmigrantes, junto con la política de "atrapar y liberar" de la Administración Biden, es percibida como un problema serio por la mayoría de los californianos, incluyendo a los votantes demócratas.
Este descontento contrasta con las acciones recientes del gobernador Gavin Newsom, quien amplió la cobertura sanitaria gratuita a los migrantes ilegales, incluso cubriendo tratamientos de cambio de sexo, en un momento en que la mayoría considera a los inmigrantes como una carga significativa para el país.
Consideración mayoritaria de los inmigrantes como "carga"
El 72 % de los encuestados considera a los inmigrantes como una carga para el país, en marcado contraste con la visión tradicional de California como defensora de las ciudades santuario y acogedora de migrantes. Incluso entre los votantes demócratas, dos de cada tres comparten esta percepción, destacando un 21% que lo señala como "una gran carga". Los republicanos son aún más críticos, con un 96% que considera a los inmigrantes como una carga.
Esta opinión se extiende a los grupos étnicos minoritarios, con el 72% de los asiáticos y el 63% de los hispanos considerando a los inmigrantes como una carga. Entre los negros, la cifra asciende al 69%. Los blancos son los más contundentes, con un 79% viendo a los solicitantes de asilo como un lastre. En términos de edad, los jóvenes de 18 a 29 años son los únicos que no consideran mayoritariamente a los inmigrantes como una carga.
Percepción de inseguridad fronteriza
La encuesta revela que el 65% de los californianos percibe la frontera con México como insegura. Esta percepción se mantiene incluso entre los simpatizantes de Joe Biden, donde el 46% la considera no segura. La división entre demócratas y republicanos es evidente, con un 92% de los republicanos lamentando la inseguridad frente a un 6% que la ve bien protegida.
La percepción de inseguridad se refleja también en los diferentes grupos étnicos, siendo los negros los más críticos con un 60% considerando la frontera como no segura. Entre los hispanos, el 56% comparte esta preocupación. Los blancos son el grupo más crítico, con un 67% percibiendo la frontera como insegura.
Opiniones sobre la legislación federal y posible rigidez de las leyes de asilo
En cuanto a la legislación federal, la encuesta refleja una opinión dividida, con un 36% que la considera demasiado permisiva. Los demócratas muestran una clara división, mientras que los republicanos son contundentes en su percepción de que las leyes son demasiado laxas. En este aspecto, también se observa una mayor propensión de negros e hispanos a considerar las normas federales como demasiado suaves.
La pregunta sobre si imponer leyes de asilo más restrictivas reduciría la entrada de inmigrantes ilegales genera divisiones significativas, con un 45% a favor y un 42% en contra. Los demócratas muestran desacuerdo mayoritario, mientras que los republicanos apoyan masivamente la idea.
En resumen, la encuesta subraya una creciente insatisfacción entre los californianos con respecto a las políticas migratorias, desafiando la narrativa tradicional del estado como bastión progresista y defensor de los derechos de los inmigrantes.