Seis días después de ser despojada de su inmunidad, por un delito de tráfico de influencias, la magistrada Blanca Stalling desapareció y no pudo ser arrestada este miércoles por la Policía Nacional Civil (PNC).
Los agentes policiales acudieron esta mañana a allanar su vivienda, en la Zona 16 de esta capital, y no lograron localizarla para su aprehensión, informó la portavoz del Ministerio Público, Julia Barrera.
Después de ser analizada por la Comisión Pesquisidora del Congreso y dejada sin protección especial por los diputados, Stalling fue separada del cargo con goce de salario por el Consejo de la Carrera Judicial y quedó arraigada, por lo cual tampoco puede salir del país de manera legal.
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Esa medida estará vigente mientras ella enfrente el proceso jurídico que decidirá si amerita condena por tratar de presionar al juez Carlos Ruano para que pusiera una medida sustitutiva a su hijo Otto Molina Stalling, en prisión preventiva por su implicación en el caso IGSS- Pisa.
Varias fuentes señalaron que la funcionaria de la Corte Suprema de Justicia está hospitalizada y bajo tratamiento médico, en un hospital de la Zona 14, pero ello está por comprobarse.
Según un documento enviado al pleno de la Corte Suprema de Justicia, el 4 de febrero, Satlling presenta un trastorno de ansiedad generalizado, síndrome diarreico agudo, y desequilibro hidroelectrolítico grado II.
El certificado, firmado por la doctora Susset Lorena Medina, recomienda reposo absoluto e ingreso a un hospital para tratamiento y estabilización.
Las fuentes hacen notar que al inicio de la nota Medina se identifica como médico cirujano, pero en el sello estampado al final esta aparece como psiquiatra.
Con información de Prensa Latina
