Haití, Nicaragua y Venezuela son las naciones de Latinoamérica más corruptas según el Índice de Percepción de la Corrupción (IPC) de 2021 emitido por Transparencia Internacional.
Mario Beroes/El Político
De los 19 países latinoamericanos evaluados, tres cuartas partes obtuvieron puntajes por debajo de 50 en el IPC de 2021. El peor de todos fue Venezuela, que obtuvo un puntaje por debajo de Corea del Norte y Afganistán.
Con base en evaluaciones de expertos en los diferentes países, analistas de negocios y organizaciones internacionales, el índice clasifica a los países en una escala de 0 a 100.
Los puntajes por debajo de 50 indican problemas flagrantes de corrupción.
Los datos recopilados por Transparencia Internacional analizan aspectos como los sobornos, la malversación de fondos públicos, la utilización de los puestos por parte de los funcionarios públicos para beneficio privado, los conflictos de intereses y las protecciones legales para quienes denuncian la corrupción.
A los países del Caribe les fue mejor en el índice. De los 10 evaluados, seis obtuvieron puntajes por encima de 50, aunque ninguno estuvo por encima de 65.
Cuando se excluyen Canadá y Estados Unidos, el puntaje promedio de la región es de 41, lo que lo ubica un poco por debajo del promedio mundial, de 43. Y sin el Caribe, la cifra cae a 37.
Puntajes entre 0 y 25: muy corruptos
Por séptimo año consecutivo, Venezuela mantuvo el título del país más corrupto del hemisferio occidental, con una puntuación de 14, un mínimo histórico en el país.
Venezuela se ha convertido esencialmente en un Estado mafioso. Funcionarios e integrantes de las fuerzas de seguridad de todos los niveles están involucrados en actividades delictivas.
El desfalco de las arcas estatales es rampante, y el tráfico de drogas, la minería ilegal y otras economías criminales son generalizados.
Se sabe que los funcionarios del gobierno venezolano colaboran con las pandillas. Las fuerzas de seguridad del Estado se han confabulado con el grupo guerrillero colombiano Ejército de Liberación Nacional (ELN) para tomar el control de las minas de oro ilegales en la Amazonía.
La descomposición en Venezuela comienza en la cima del gobierno, con Nicolás Maduro, a quien el Departamento de Justicia de Estados Unidos ha acusado de narcoterrorismo, corrupción, narcotráfico y otros delitos.
Haiti y Nicaragua por delante
Justo por encima de Venezuela se encuentran Haití y Nicaragua, cada uno de los cuales obtuvo una puntuación de 20.
Haití experimentó un ligero repunte en comparación con los últimos dos años, ya que los efectos del asesinato del presidente del país, Jovenel Moïse, en julio de 2021, apenas comienzan a sentirse.
Por su parte, el puntaje de Nicaragua llegó a un nuevo mínimo.
Esto no es sorprendente, considerando que, en el proceso de ganar su cuarta elección presidencial consecutiva, el presidente Daniel Ortega utilizó el sistema de justicia del país para silenciar a los opositores políticos, algunos de los cuales fueron encarcelados o sometidos a diversos abusos.
Honduras también alcanzó un nuevo mínimo, con un puntaje de 23, que iguala al país con Irak.
Este bajo puntaje se debe en parte a las acusaciones que vinculan al expresidente del país, Juan Orlando Hernández, con la red de narcotráfico de su hermano.
Por otro lado, el puntaje de Guatemala no varió con respecto al año anterior y se mantuvo en 25. El país empató a Irán. La baja calificación del país se explica por las investigaciones de corrupción en los altos niveles y a la destitución de quienes investigan la corrupción.
Puntajes entre 26 y 50: problemas de corrupción
El puntaje promedio de percepción de la corrupción global fue de 43 sobre 100. De los 16 países de América Latina y el Caribe con menos de 50, catorce estuvieron por debajo del promedio mundial.
Los países que se ubican en este grupo son Paraguay (30), República Dominicana (30), Bolivia (30), México (31), El Salvador (34), Panamá (36), Ecuador (36), Perú (36), Brasil (38), Argentina (38), Colombia (39), Guyana (39), Surinam (39) y Trinidad y Tobago (41).
Solo Jamaica (44) y Cuba (46) obtuvieron puntajes más altos que el promedio mundial.
En el caso de Paraguay, el año pasado InSight Crime publicó una investigación que revela que un congresista paraguayo conspiró con un presunto narcotraficante para proteger los cargamentos de cocaína a cambio de dineros ilícitos.
Las otras naciones del continente
La disminución del puntaje de El Salvador refleja la creciente corrupción al interior del gobierno del presidente Nayib Bukele, lo que incluye la decisión de clausurar la Comisión Internacional Contra la Impunidad de El Salvador (Cicies) después de que dicha entidad comenzó a investigar a varios miembros de la administración de Bukele por mal manejo de los fondos de emergencia para hacer frente al coronavirus.
Además, en 2021, el gobierno de Estados Unidos incluyó en la lista negra a dos funcionarios con estrechos vínculos con Bukele por presuntamente hacer tratos con pandillas callejeras.
El desplome del puntaje de Ecuador también era de esperarse. El país se ha convertido en una ruta clave de tráfico de drogas, armas, explosivos y migrantes. Y la corrupción ha carcomido las instituciones estatales.
La disminución del puntaje de Perú se produce en un momento en que el presidente Pedro Castillo enfrenta acusaciones de corrupción que han llevado a impugnaciones políticas; y en Argentina, los casos de corrupción por parte de autoridades judiciales han creado la impresión de impunidad.
El IPC comparativamente alto de Cuba puede ser sorpresivo para algunos, dado que es un Estado unipartidista.
Si bien el bajo puntaje de percepción de corrupción de Cuba refleja las medidas tomadas para controlar la corrupción durante las administraciones del expresidente Raúl Castro y el presidente Miguel Díaz Canel, la corrupción política sigue siendo un problema, y el bajo puntaje podría ser más un reflejo de las restricciones del país a la libertad de prensa.
Puntajes entre 50 y 100: relativamente sanos
Solo tres países latinoamericanos obtuvieron puntajes por encima de 50: Uruguay, Chile y Costa Rica.
Uruguay obtuvo puntajes más altos que Estados Unidos, pero más bajos que Canadá. Transparencia Internacional lo atribuye a “la independencia de su poder judicial y a la protección de los derechos básicos [como factores] vitales para evitar que la corrupción penetre en el Estado [uruguayo]”. Chile, por su parte, igualó a Estados Unidos.
Los países caribeños de Barbados, las Bahamas, San Vicente y las Granadinas, Santa Lucía, Dominica y Granada obtuvieron puntajes superiores a 50, lo que indica niveles mínimos de corrupción. Sin embargo, se sabe que todos estos países son centros de lavado de dinero, un aspecto que contribuye a la corrupción en todo el mundo.