La guerra de Rusia contra Ucrania comienza a preocupar a las élites económicas u oligarquía de ese enorme país euroasiático. Además del hecho que Putin no ha podido derrotar tras 9 días de combates a un ejército inferior en todos los aspectos, están las sanciones económicas, un golpe directo a los intereses de la oligarquía rusa.
Mario Beroes/El Político
Según la revista Forbes, son 15 personas o grupos familiares, quienes conforman dicha oligarquía, casi todos con vínculos con el dictador Vladímir Putin, desde los tiempos de la antigua Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS).
Sin embargo, dicha oligarquía se subdivide en tres categorías. El listado lo encabezan los "amigos de Putin"; porque están conectados personalmente con el presidente.
Los tres más cercanos
Un trabajo de investigación de Stanislav Markus, profesor asociado de Negocios Internacionales en la Universidad de Carolina del Sur, muchos de los amigos íntimos de Putin, sobre todo los de su época de San Petersburgo y del KGB, han experimentado un ascenso meteórico hacia la riqueza extrema.
Aqui destacan tres amigos muy cercanos al dictador ruso: Yuri Kovalchuk, al que a menudo se hace referencia como el “banquero personal” de Putin.
El otro "gran amigo" es Gennady Timchenko, cuyo activo principal es la empresa de comercio de energía Gunvor; y los hermanos Arkady y Boris Rotenberg, que poseen activos en el sector de la construcción, la electricidad y los oleoductos.
Los cercanos…pero no tanto
El segundo grupo incluye a los líderes de los servicios de seguridad, la policía y el ejército de Rusia, conocidos como “siloviki, ” que también han aprovechado sus redes para amasar una riqueza personal extrema.
Algunos de estos llamados “silovarchs” son antiguos oficiales de inteligencia del KGB, y ahora del FSB, que habían observado celosamente el poder y la riqueza de los oligarcas de la época de Yeltsin y obtuvieron ambos bajo el mandato de Putin.
El hombre que tiene fama de ser el líder informal de los siloviki es Igor Sechin, presidente del gigante petrolero Rosneft, ampliamente considerado como la segunda persona más poderosa de Rusia.
Los outsiders
Por último, el mayor número de oligarcas rusos son forasteros sin conexiones personales con Putin, el ejército o el FSB.
De hecho, algunos de los actuales outsiders son los oligarcas de la época de 1990.
Aunque Putin aplastó selectivamente a los oligarcas políticamente incómodos u obstinados tras llegar al poder, no trató de “eliminar a los oligarcas como clase” de forma sistemática, como había prometido durante su campaña electoral inicial.
Por ejemplo, oligarcas como Vladimir Potanin y Oleg Deripaska, que acumularon su riqueza en la década de 1990, figuran regularmente en las listas de los rusos más ricos en la actualidad.
Independientemente de su cercanía o no al poder ruso, la oligarquía ha ayudado a Putin a mantenerse en el poder, y ha dado su apoyo económico a las iniciativas internas del Kremlin.
Algunos oligarcas parecen iniciar estas transacciones de importancia geopolítica de forma voluntaria para crear una relación con el Kremlin.
Aunque es difícil establecer vínculos causales directos entre el “voluntariado geopolítico” de los oligarcas y las políticas pro-Kremlin de sus beneficiarios, hay fuertes pruebas anecdóticas de que la financiación de los oligarcas facilita la adopción de posiciones pro-Putin en países fuera de Rusia.