La escepticismo ante las vacunas es una grave amenaza para la salud mundial, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El Político
El término escepticismo, en este caso, sirve para referirse al retraso en la aceptación o el rechazo a las vacunas, a pesar de su disponibilidad.
Esa actitud constituye un riesgo grave para las personas que no se vacunan, así como para la comunidad en general, reportó The Conversation.
Redes sociales difunden información errónea
Las redes sociales han difundido mucha información errónea contra las vacunas en los últimos 20 años; Recientemente evaluamos el efecto de las redes sociales sobre el escepticismo ante las vacunas a nivel mundial.
Vimos que en los países donde se utilizan las redes sociales para organizar acciones fuera de internet más personas tienden a creer que las vacunas no son seguras.
También encontramos que las campañas de desinformación externas online están asociadas con una caída en la cobertura de vacunación a lo largo del tiempo y con un aumento en la discusión negativa sobre las vacunas en las redes.
Diseño de la investigación
Medimos el uso de las redes sociales de dos formas. En primer lugar, evaluamos el uso de las plataforma de redes sociales por parte del público para organizar cualquier tipo de acción política.
En segundo lugar, medimos el nivel de discurso de orientación negativa sobre las vacunas en las redes sociales utilizando todos los tuits codificados geográficamente en el mundo entre 2018 y 2019.
Los tuits codificados geográficamente informan del lugar desde el que son emitidos a partir de pistas contextuales o de la geoposición del dispositivo.
También medimos el nivel de desinformación coordinada de origen externo (es decir, desinformación intencional) en las redes sociales de cada país utilizando indicadores del Proyecto Sociedad Digital.
El impulso intencionado de la propaganda contra la vacunación se ha atribuido a actores pseudoestatales afiliados a Rusia como parte de los esfuerzos para romper la confianza en los expertos y las autoridades en el mundo occidental.
Resultados
Descubrimos que el uso de las redes sociales para organizar acciones presenciales está fuertemente asociado con la percepción de que las vacunas no son seguras; Esta percepción aumenta a medida que se aumenta el nivel de organización en las redes sociales.
Además, la desinformación externa en línea está fuertemente asociada con un aumento de la discusión negativa sobre las vacunas en las redes sociales y una disminución en la cobertura de vacunación a lo largo del tiempo.
Usamos una escala de cinco puntos para cuantificar la información falsa que se difunde en un país determinado. Varía desde “nunca o casi nunca” hasta “muy a menudo”.
Un cambio de un punto hacia arriba en esta escala se asoció con un aumento del 15 % de los tuits negativos sobre las vacunas y una disminución de dos puntos porcentuales de la cobertura de vacunación promedio año tras año.
Recomendaciones
Nuestro estudio sugiere que combatir la desinformación contra las vacunas en las redes sociales es fundamental para revertir el aumento del escepticismo en todo el mundo.
Estos hallazgos son especialmente importantes en el contexto de la pandemia actual, dado que las vacunas contra la covid-19 requerirán su distribución a nivel mundial hasta llegar a millones de personas.
Los gestores políticos deben comenzar a planificar ahora las mejores fórmulas para combatir los patrones encontrados en este estudio.
La investigación demuestra que la divulgación y la educación pública sobre la importancia de la vacunación no serán suficientes para garantizar una distribución óptima de las vacunas de la covid-19.
Los gobiernos deberían responsabilizar a las empresas de redes sociales exigiéndoles que eliminen el contenido falso contra las vacunas; independientemente de su origen.
La clave para contrarrestar la desinformación en internet es que las plataformas de redes sociales se encarguen de eliminarla; La presentación de argumentos contra la desinformación paradójicamente la refuerza porque contribuye a legitimirla.