La ola de calor que azota Europa ya se ha cobrado vidas. 659 personas murieron en Portugal y en España al menos 360 muertes se acachan a la ola de calor de esta última semana.
El Político
Las temperaturas en algunas ciudades, incluida Madrid, han alcanzado los 46 grados. Y en Francia, Météo France ha ampliado su alerta naranja por la ola de calor a 16 departamentos, informó EuroNews.
Un calor extremo que va acompañado de una crisis de incendios forestales que ha provocado la evacuación de miles de personas en Francia, España y Portugal.
Lo cierto es que de EEUU a China, pasando por Europa, el mundo arde: las temperaturas altas ya se cobran cientos de vidas y las llamas devoran miles de hectáreas.
El factor cambio climático
¿Por qué las olas de calor han alcanzado estas dimensiones históricas? La respuesta la anticiparon largamente los científicos: el factor cambio climático.
"Nuestro modo de vida —basado en producir, consumir, desechar y contaminar— ha conducido a la emergencia planetaria a la que nos enfrentamos.
In the face of the climate crisis, nations continue to play the blame game instead of taking responsibility for our collective future.
We must rebuild trust & come together – to keep the 1.5° goal alive & build climate-resilient communities.
Promises made must be promises kept.
— António Guterres (@antonioguterres) July 18, 2022
Ahora es el momento de transformar nuestra relación con la naturaleza", escribió este martes António Guterres, secretario general de la ONU, al tiempo que hacía un llamado a que se asuman "compromisos creíbles" en materia climática.
Our way of life – based on producing, consuming, discarding & polluting -has led to the planetary emergency we face.
Now is the time to transform our relationship with nature.
But we must avoid empty promises. We need to match commitments with credible and verifiable actions.
— António Guterres (@antonioguterres) July 20, 2022
Su mensaje pone en el centro la causa que subyace a eventos meteorológicos extremos cada vez peores, que es el aumento de la temperatura como resultado de las emisiones de efecto invernadero, reportó CNNEspanol.
Dos sistemas de presión en juego
Al observar la causa del calor extremo en Estados Unidos y Europa hay que tener en cuenta dos sistemas meteorológicos en juego.
En Europa, una fuerte dorsal de altas presiones ha permitido que las temperaturas aumenten sobre el continente durante los últimos días.
El martes, una zona de bajas presiones se desplazaba frente a la costa, ayudando a canalizar el calor extremo hacia el norte, hacia el Reino Unido
.En Estados Unidos, una fuerte cúpula de altas presiones se ha instalado sobre el sur de las Llanuras y el valle de Mississippi.
En lugar de canalizar el calor desde el sur, este se está acumulando sin cesar a medida que el sol calienta a través de cielos sin nubes.
La conexión entre las olas de calor: el cambio climático
El vínculo entre las olas de calor a los dos lados del océano Atlántico está claro para los científicos: es la influencia de las emisiones de gases de efecto invernadero y la temperatura base del planeta, que aumenta cada vez más.
El científico jefe de la Oficina Meteorológica del Reino Unido, Stephen Belcher, dijo el martes que las olas de calor habrían sido "prácticamente imposibles" en el país en un "clima sin alteraciones".
Aumento de la temperatura global
"Pero el cambio climático impulsado por los gases de efecto invernadero ha hecho posible estas temperaturas, y de hecho estamos frente esa posibilidad ahora", dijo.
¿Qué dice la ciencia? La temperatura global ya ha aumentado 1,1 grados Celsius con respecto a los niveles preindustriales.
En estas circunstancias, las olas de calor extremas ya tienen aproximadamente cinco veces más probabilidades de ocurrir, según un informe clave del Panel Intergubernamental de Expertos en Cambio Climático de la ONU que se publicó en 2021.
El futuro de EE.UU. y el Reino Unido, al rojo vivo
En el Reino Unido, dijo Belcher, es probable que se produzcan olas de calor de estas características cada tres años si se siguen emitiendo gases de efecto invernadero al nivel actual.
¿Y en Estados Unidos? "Es muy difícil predecir exactamente cuándo y dónde, pero podemos decir que serán más intensas, más largas, más frecuentes y en más lugares", dijo recientemente a CNN el Dr. Andrew Pershing, director de la organización Climate Central.
La historia reciente registra la época del Dust Bowl, de la década de 1930, como la de la peor sequía y olas de calor.
El verano de 2021 empató a 1936 en cuanto a las temperaturas más altas. Y, dice Pershing, "no vamos a tardar demasiado tiempo en ver eventos de esa magnitud de nuevo".
De acuerdo al informe marco de la ONU, si las temperaturas suben dos grados, la probabilidad de las olas de calor aumenta 14 veces.
Y no se trata solo de la probabilidad de que sucedan: con dos grados de aumento, las temperaturas más altas en las olas de calor podrían aumentar en casi tres grados.
Es hora de "aprender a vivir con el fuego"
Los incendios ya han arrasado con miles de hectáreas en España, Francia, Portugal y Grecia. En España, por ejemplo, destruyeron más de 70.000 hectáreas en lo que va del año, casi el doble del promedio de la última década, según el presidente del Gobierno, Pablo Sánchez.
Este año, un informe del Programa de la ONU para el Medio Ambiente, Pnuma, advirtió que era hora de "aprender a vivir con el fuego" y adaptarse al aumento de la frecuencia y la gravedad de los incendios forestales, que inevitablemente pondrán en peligro más vidas y economías.
El número de incendios forestales extremos aumentará hasta un 14% en 2030, según el análisis del informe.
En 2050, el aumento será del 30%. Incluso con los esfuerzos más ambiciosos para reducir las emisiones habrá consecuencias a corto plazo.
El calentamiento del planeta, la intervención de más tierras y las políticas de supresión de incendios al tiempo que se descuidaba la gestión forestal explican el cambio en el régimen de los incendios, según la ONU.