El secretario de Defensa de Estados Unidos, Pete Hegseth, anunció una reducción sin precedentes en el número de generales y altos mandos militares, en lo que calificó como una medida “histórica” destinada a optimizar la estructura de mando y aumentar la eficacia operativa de las Fuerzas Armadas.
Según el memorando oficial difundido el lunes, la reducción se llevará a cabo en dos fases: primero, se eliminará al menos un 20% de los generales de cuatro estrellas en servicio activo y de los oficiales generales en la Guardia Nacional. Posteriormente, se aplicará una reducción adicional del 10% en los mandos de alto rango en todas las ramas militares.
Actualmente, Estados Unidos cuenta con 38 oficiales de cuatro estrellas y un total de 817 generales y almirantes en ejercicio, cifras que contrastan con épocas pasadas en las que el tamaño de las fuerzas era mayor pero con menos altos mandos. Hegseth subrayó que la proporción actual es de un general por cada 1.400 soldados, mientras que durante la Segunda Guerra Mundial era de uno por cada 6.000.
En su comunicado, Hegseth explicó:
“Para lograr esta misión debemos formar líderes superiores excepcionales que impulsen la innovación y la excelencia operativa, libres de trabas burocráticas innecesarias que obstaculicen su crecimiento y eficacia”.
Y añadió:
“Mediante estas medidas, mantendremos nuestra posición como la fuerza de combate más temible del mundo, instaurando la paz por la fuerza y garantizando una mayor eficacia, más innovación y preparación para los desafíos futuros”.
La decisión, que busca reasignar recursos desde las estructuras administrativas hacia los combatientes, responde también a la necesidad de contrarrestar desafíos globales como el auge militar de China y la modernización de otras potencias. Hegseth insistió en que “más generales y almirantes no equivale a más éxito” y que la medida no es un castigo, sino un proceso deliberado para maximizar la preparación estratégica y la eficacia operativa.
El anuncio se produce en un contexto de tensiones políticas, ya que el Congreso debe aprobar cualquier ajuste de este tipo, lo que podría generar un enfrentamiento institucional. Además, la administración Trump ha realizado otros recortes en personal civil del Departamento de Defensa y ha destituido a varios altos mandos militares en los últimos meses, incluyendo al jefe del Estado Mayor Conjunto, el general CQ Brown, y a las únicas dos mujeres oficiales de cuatro estrellas.
El secretario concluyó que la consolidación del liderazgo permitirá a Estados Unidos “garantizar una mayor eficiencia, innovación y preparación para cualquier desafío que se presente”.