El pasado 4 de febrero, el pueblo de El Salvador acudió a las urnas para elegir a su presidente y a los miembros de la Asamblea Legislativa. Los resultados fueron contundentes y marcaron un hito en la historia política del país.
El Político
El presidente Nayib Bukele, líder del partido Nuevas Ideas, obtuvo un masivo triunfo con más del 86% de los votos en las elecciones presidenciales. Sin embargo, este no fue el único logro del oficialismo. En las legislativas, Nuevas Ideas se alzó con más del 60% de los votos, dejando completamente fuera del Parlamento a la izquierda.
La Asamblea Legislativa está compuesta por 60 bancas, y el partido de Bukele se aseguró 54 de ellas. Pero la sorpresa fue la derrota total del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), el partido que nació de la antigua guerrilla izquierdista que protagonizó la guerra civil entre 1980 y 1992. El FMLN, que ha sido el partido más importante de El Salvador desde la vuelta a la democracia, gobernando en múltiples ocasiones en los últimos 30 años y dominando el Congreso en la última década, se quedó sin ninguna banca.
La oposición, por su parte, quedó en manos de dos partidos. El primero es Alianza Republicana Nacionalista (ARENA), un partido de centroderecha y abiertamente anti-Bukele, que logró obtener solo 2 bancas. El segundo es VAMOS, un partido centrista liberal, que también consiguió una sola banca.
Completando el panorama legislativo, encontramos al Partido de Concertación Nacional (PCN), aliado de Bukele, con 2 bancas, y al Partido Demócrata Cristiano (PDC), con 1 banca.
El fin de la política tradicional en El Salvador
Las elecciones salvadoreñas del pasado 4 de febrero marcaron un punto de inflexión en la política del país. Durante décadas, ARENA y el FMLN fueron los protagonistas indiscutibles, pero su dominio llegó a su fin con la llegada al poder del presidente Nayib Bukele.
En comparación con elecciones anteriores, ambos partidos sufrieron una derrota significativa. Perdieron más de 800,000 votos, lo que representa más del 30% del padrón electoral. ¿Qué llevó a este cambio radical?
Escándalos de corrupción y pérdida de confianza
Tanto ARENA como el FMLN se vieron envueltos en una serie de escándalos de corrupción que minaron la confianza del electorado. Sus líderes, en lugar de representar la voluntad del pueblo, estuvieron vinculados al narcotráfico y a prácticas cuestionables.
ARENA: Su primer expresidente, Alfredo Cristiani, quien gobernó entre 1989 y 1994, enfrenta un proceso por lavado de dinero. Por otro lado, el expresidente Antonio Saca fue condenado a 10 años de cárcel por actos de corrupción durante su mandato entre 2004 y 2009.
FMLN: Los expresidentes Mauricio Funes (2009-2014) y Salvador Sánchez Cerén (2014-2019) también enfrentan procesos por corrupción. Ambos buscaron asilo en Nicaragua, donde el dictador comunista Daniel Ortega les otorgó la nacionalidad nicaragüense de manera exprés para evitar su extradición. Allí permanecen ocultos de la policía salvadoreña.
En este nuevo escenario, Nuevas Ideas, el partido de Bukele, se alzó con la mayoría en la Asamblea Legislativa, dejando atrás a la vieja guardia. El fin de la política tradicional es una realidad en El Salvador, y el país enfrenta un futuro político incierto bajo el liderazgo del presidente Bukele.