El presidente de China, Xi Jinping, arribó a Hong Kong con motivo del 25 aniversario del regreso a soberanía china de la excolonia británica.
El Político
Se trata de la primera salida de Xi de China continental desde que comenzó la pandemia del coronavirus.
Pero la fecha llega en momentos en que los hongkoneses ven agotadas las promesas de autonomía y tras recientes años convulsos que detonaron multitudinarias protestas para abogar por los derechos democráticos.
Un cuarto de siglo después, la situación no podía ser más diferente.
El régimen de Pekín no solo se ha vuelto más autoritario bajo la presidencia de Xi Jinping, sino que además se ha cargado las libertades de las que disfrutaba Hong Kong, que eran mayores que en el resto de China, señaló ABC.
Prueba de ello son las decenas de políticos del bando democrático que están en la cárcel, como el joven Joshua Wong o el veterano Benny Tai, el cierre de medios de comunicación como el diario ‘Apple’ y el desmantelamiento de grupos políticos y civiles por miedo a la draconiana Ley de Seguridad Nacional.
Impuesta por Pekín hace justo dos años, dicha ley criminaliza prácticamente toda oposición política porque las demandas de democracia y sufragio universal pueden ser consideradas como intentos de secesión y subversión, delitos tipificados con entre tres años de cárcel y cadena perpetua.
Al igual que tampoco se celebran ya las vigilias por la masacre de Tiananmen, este año no habrá ninguna manifestación multitudinaria el 1 de julio para recordar el traspaso de soberanía y la promesa incumplida del sufragio universal, al que Pekín se comprometió en la Ley Básica de Hong Kong bajo los principios de «un país, dos sistemas» y «alto nivel de autonomía».
"Desafíos severos"
Sin embargo, no lograron impedir la ampliación de poderes del Gobierno chino, reportó France24.
A su llegada, Xi ofreció un breve discurso en el que aseguró que “en los últimos años, Hong Kong ha atravesado varios desafíos severos uno tras otro, y los ha vencido", en referencia a las protestas a favor de la democracia que desde 2019 sacudieron al territorio.
Algunos simpatizantes del mandatario ondearon banderas chinas y hongkonesas en la estación de tren a la que arribó y corearon frases de bienvenida, mientras él junto a su esposa, eran recibidos por la jefa del gobierno local, Carrie Lam.
VIDEO: "After weathering the storm, Hong Kong has been reborn of fire, and has emerged with bubbling vitality," says Chinese President Xi Jinping after he arrives in in the city to attend celebrations marking the 25th anniversary of handover from Britain to China. pic.twitter.com/Al8a56PQ0z
— AFP News Agency (@AFP) June 30, 2022
Nada que celebrar
Pero para gran parte de los 7,4 millones de habitantes de Hong Kong, el aniversario de su devolución a Beijing dista mucho de ser una celebración.
Pese al rechazo al dominio chino, y contrario a las multitudinarias movilizaciones de los últimos años para defender las libertades, los activistas no se manifestarán.
La Administración de Xi se aseguró de desactivar públicamente las voces de rechazo
Uno de los más destacados, Avery Ng Man-yuen, de la Liga de Socialdemócratas, publicó en sus redes sociales:
"Lo siento. Actualmente estoy en la cárcel", un mensaje retomado por el diario ‘South China Morning Post’.
Con la nueva legislación, la Administración de Xi se aseguró de desactivar públicamente las voces de rechazo y dejó a las figuras de activistas más destacadas en el exilio o en prisión.
"Después del viento y la lluvia, Hong Kong resurgió de las cenizas y mostró una fuerte vitalidad", describió el mandatario chino sobre los últimos años en que miles aún marchaban en un intento por frenar el dominio de Beijing.
Las libertades de Hong Kong en el limbo, mientras miles buscan emigrar
Cuando los británicos entregaron Hong Kong a Beijing en 1997, fueron prometidos 50 años de autogobierno y libertades de reunión, expresión y prensa que no están permitidas en China continental, gobernada por el Partido Comunista.
La plena integración con China de la excolonia británica está prevista para 2047
Pero ese período se agota. La plena integración con China de la excolonia británica está prevista para 2047.
Ese camino ha sido forjado especialmente en los últimos años, con los que Beijing ha estado expandiendo su influencia y control. Esos movimientos parecieron acelerarse por las protestas masivas a favor de la democracia en 2014 y 2019.
Ahora, las escuelas deben brindar lecciones sobre patriotismo y seguridad nacional
Ahora, las escuelas deben brindar lecciones sobre patriotismo y seguridad nacional y algunos libros de texto nuevos niegan que Hong Kong haya sido alguna vez una colonia británica, pero estos son solo algunos ejemplos. El dominio se expande en todos los niveles del futuro del territorio.
Las reformas electorales han asegurado que ningún legislador de la oposición, solo aquellos considerados "patriotas" por Beijing, estén en la legislatura de la isla, silenciando debates que alguna vez estuvieron enfocados sobre cómo administrar el gran centro financiero asiático.
Recientemente, China nombró a John Lee, un funcionario de seguridad de carrera, como sucesor de la directora ejecutiva Carrie Lam. Justamente, Xi estará presente en su posesión este viernes 1 de julio.
La prensa tampoco queda por fuera del dominio chino. La libertad de informar ha sido atacada y los periódicos a favor de la democracia abiertamente críticos del gobierno, como ‘Apple Daily’, se han visto obligados a cerrar. Su editor Jimmy Lai se encuentra en la cárcel.
Antes del traspaso, a muchos en Hong Kong ya les preocupaba que la vida cambiara cuando Beijing asumiera el poder.
Miles obtuvieron la residencia en otros lugares y algunos se mudaron al extranjero
Miles obtuvieron la residencia en otros lugares y algunos se mudaron al extranjero. Durante la primera década, tales medidas parecían exageradas pues este bastión del capitalismo en la costa sur de China parecía mantener sus libertades y la economía estaba en auge.
Pero ante el nuevo panorama, muchos han acelerado sus procesos para abandonar su lugar de origen.
“Creo que no hay esperanza porque el gobierno tiene el poder absoluto (…) Nosotros, los pequeños ciudadanos, no tenemos mucho poder para oponernos a ellos o cambiar la situación”.
Así lo dijo Alex Siu, un ingeniero de servicios de construcción, que nació en Hong Kong y se mudó a Manchester, Reino Unido, en 2020.
Por su parte, John Burns, profesor honorario de política y administración pública en la Universidad de Hong Kong, se mostró escéptico de que Beijing alguna vez permitiría a Hong Kong la democracia plena o el sufragio universal, objetivos consagrados en la Ley Básica en el momento de la entrega, en 1997.
“Hong Kong iba a convertirse en parte de un gobierno local de un país autoritario gobernado por un partido leninista. ¿Cómo podría ser una democracia parlamentaria al estilo occidental?” cuestionó Burns.
Los intentos por abandonar la isla no se detienen
Los intentos por abandonar la isla no se detienen. Hace solo dos semanas, el Centro de Convenciones de Hong Kong, el lugar escogido por Xi para celebrar el aniversario de la devolución, fue también el escenario de un evento de inmigración internacional en el que participaron cerca de 50.000 ciudadanos.
Entre los principales destinos buscados están Australia, Reino Unido e Irlanda.
Kurt Tong, excónsul general de EE. UU. en Hong Kong señaló que los cambios reflejan la creciente insatisfacción de Beijing con las autonomías defendidas en la isla. Un retroceso en las ganancias chinas sobre Hong Kong resulta imposible.