El concejo municipal de Houston, la ciudad más grande de Texas y la cuarta de EE.UU., aprobó hoy unirse a la batalla legal contra el estado de la estrella solitaria por la ley que prohíbe las "ciudades santuario", ratificada hace casi dos meses por el gobernador sureño, el republicano Greg Abbott.
Después de una ajustada votación (10-6), el ayuntamiento decidió unirse a otras ciudades texanas, como Austin y San Antonio, que ya han presentado una demanda contra Texas en los tribunales estadounidenses, y Dallas, que aprobó a principios de junio tomar también acciones legales en esta cuestión.
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Así, las cuatro grandes ciudades de ese estado sureño intentarán parar por la vía legal la ley SB4 antes de que entre en efecto el próximo 1 de septiembre, fecha en la que debería entrar en vigor según estipulan las reglas de la Legislatura texana.
Además de estas grandes urbes, los condados fronterizos de El Paso y el de Maverick y el pueblo también limítrofe de El Cenizo ya han pedido a la Justicia estadounidense que bloquee esta ley, que ha sido catalogada de "inconstitucional y racista" por sus detractores.
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Esta controversial ley prohibirá las "ciudades santuario" en Texas y permitirá a las autoridades locales cuestionar el estatus migratorio de cualquier persona detenida, incluso en una parada de tráfico.
Esta cláusula, conocida popularmente como "enséñame los papeles", es la parte de la legislación que los demandantes consideran que vulnera claramente la Constitución de Estados Unidos.
Con información de EFE