Juan Pappier, subdirector en funciones para las Américas de Human Rights Watch (HRW), señaló este viernes que El Salvador pasa por una “debacle autoritaria”.
El Político
“La debacle autoritaria de El Salvador sólo sería superada por un país con un golpe de estado militar y por el Talibán”, dijo Pappier.
La debacle autoritaria de El Salvador sólo sería superada por un país con un golpe de estado militar y por el Talibán: https://t.co/L26lUqOIk1
— Juan Pappier (@JuanPappierHRW) March 4, 2023
Además de compartir publicaciones del medio local El Faro referidas al Informe de Democracia 2023.
Bukele contra periodistas, según HRW
El documento, del Instituto Varieties of Democracy (V-Dem) de la Universidad de Gotemburgo, señala que bajo el Gobierno de Nayib Bukele se “intensificó su represión contra los periodistas y la libertad de prensa” y que junto a Túnez “ya no son democracias”.
En el informe también se pone a este país centroamericano en el grupo de las “autocracias electorales”.
En octubre de 2022, el politólogo e investigador Álvaro Artiga dijo en una entrevista que El Salvador “está encaminado” a “una situación parecida a Nicaragua” con un “régimen de corte autoritario”.
Alarma en organismos internacionales
Algunas decisiones y acciones del presidente salvadoreño, Nayib Bukele, han levantado las alarmas de organismos nacionales e internacionales, que han señalado que El Salvador “avanza” hacia el autoritarismo.
La diputada opositora Claudia Ortiz dijo que El Salvador ha dado pasos hacia el autoritarismo de forma “contundente y rápida”.
El 9 de febrero de 2019, cuando el mandatario salvadoreño ingresó a la Asamblea Legislativa escoltado por policías y soldados armados con fusiles de asalto, diversas voces comenzaron a hablar de una “deriva autoritaria” de Bukele y, a juicio de Ortiz, se han marcado más pasos hacia el “destino autoritario”.
Posición de EEUU
Estados Unidos dijo que el Gobierno de Nayib Bukele tiene la “responsabilidad” de garantizar la seguridad de la población, además de respetar los derechos humanos y el debido proceso.
Así se expresó un portavoz del Departamento de Estado al ser cuestionado sobre la polémica prisión salvadoreña a la que fueron trasladados 2.000 supuestos pandilleros el pasado viernes.
Las imágenes de los presos, sin camiseta, con los tatuajes característicos de las pandillas, esposados, agachados y amontonados, han recorrido todo el mundo en los últimos días, con muchos detractores por la falta de humanidad en el trato.
“Reconocemos el desafío que enfrenta El Salvador para frenar la violencia de las pandillas”, dijo el portavoz de la diplomacia estadounidense.