La representación de Estados Unidos debía acudir hoy a la audiencia convocada en Washington, por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos , para hablar de las órdenes ejecutivas sobre inmigración de Donald Trump. Sin embargo, el gobierno norteamericano se excusó y no asistió . “Es pueril y un disparate, porque el gobierno sostiene que no acudieron, pues estos temas están siendo discutidos en litigios en los Estados Unidos”, dijo a El Político José Miguel Vivanco, el Director para América de Human Rights Watch.
Por Luisiana Ríos P./El Político
“La ausencia de Estados Unidos es un pésimo precedente, para que gobiernos autoritarios y populistas de la región, hagan exactamente lo mismo frente a la CIDH”, comentó Vivanco. Además, explicó que el gobierno de Trump pierde enorme credibilidad para tratar temas de derechos humanos en esta región, porque “ni siquiera están dispuestos a escuchar, presenciar y participar en una audiencia sobre situación de derechos humanos aquí en Estados Unidos”.
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Clara Long, investigadora en Human Rights Watch del programa para Estados Unidos, también cree que negarse ir a una audiencia en la CIDH, representa un ejemplo muy negativo para otros estados en las Américas, “ lo que hacen las audiencias en el sistema interamericano, es darle más transparencia y un espacio más a las víctimas de abuso de derechos humanos, así como de tener una oportunidad de ser escuchados”.
Vivanco enfatizó que Trump ha llegado al extremo de atacar a los jueces y a las Cortes de Estados Unidos, cuando toman decisiones que no le complacen. “Si esta es la actitud del propio Donald Trump, ¿qué se puede esperar entonces de su gobierno, frente a un órgano internacional en materia de derechos humanos?, se preguntó el Director de HRW.
Lo que ha hecho el gobierno de Trump era predecible, porque hasta ahora se trata de un gobierno que se ha caracterizado por ignorar los estándares universales en materia derechos humanos y más bien proyecta una enorme arrogancia frente a estos temas”, dijo José Miguel Vivanco, el Director para América de Human Rights Watch.
Por ello, considera que el argumento dado por la administración de Trump, serviría para ser invocado por cualquier otro país de la región, “porque todos estos temas en materia derechos humanos están justamente siendo objeto de litigios a nivel interno. Cualquier gobierno en cualquier parte del mundo, incluso más allá de la Comisión interamericana, podría sostener que no tiene obligación de asistir a una reunión o a una audiencia para dialogar sobre estos temas, porque hay recursos pendientes o casos en los tribunales internos de sus países”, explicó José Miguel Vivanco.
Solo un frívolo delirante como Trump puede creer que muro que separa familias y estigmatiza inmigrantes puede ser "estéticamente agradable". https://t.co/65secQsn1c
— José Miguel Vivanco (@JMVivancoHRW) March 18, 2017
A diferencia de otros país del continente americano, como Cuba, Nicaragua, Ecuador y Venezuela, Vivanco no cree que Estados Unidos copie esta práctica de ellos. “Creo que el gobierno de Trump actúa por cuenta propia y no sintieron ninguna obligación o compromiso, menos aún colocarse en la posición de rendir cuentas sobre sus políticas migratorias, ante un órgano con lo es la CIDH”.
Entre tanto, Clara Long, dijo que los ciudadanos norteamericanos deben exigir fuertemente al presidente asistir a la comisión. “Deben demandarle a Trump que acuda, pues la Comisión Interamericana conoce casos de víctimas de abusos que no han podido obtener justicia en sus propios países. Es una ruptura de casi 60 años de apoyo estadounidense a esta institución regional de derechos humanos”.