Italia ha vivido, tras la renuncia de su presidente, una semana de suspenso. Surrealista, de votaciones nulas, división de los partidos, menciones de personalidades, hombres o mujeres. Para, al final del cuento, volver a donde se empezó. El renunciante, Sergio Mattarella, vuelve al Qurinal, un año más, por lo menos.
El Político
Por aclamación, Sergio Mattarella (Palermo, 1941) ha sido reelegido por el parlamento, con gran mayoría, para un nuevo mandato de siete años.
La decisión ha sido recibida con gran alivio en Italia y en Europa. Porque el país tendrá al menos durante un año al frente de sus dos principales instituciones a las dos figuras de mayor prestigio que hoy dirigen el destino italiano: Mattarella y Mario Draghi. En la primavera del 2023 hay previstas elecciones generales.
Sergio Matarella, quien se inició hace 40 años en la democracia cristiana, ha salvado al parlamento del caos. Al aceptar una reelección que durante meses rechazó de todos los modos posibles.
Al final se ha llegado a la solución más favorable para la estabilidad política del país. Pero deja un cúmulo de escombros de los partidos políticos por su incapacidad para encontrar un sucesor a Matarella. Cuyo mandato concluye el próximo jueves.
Casi le rogaron a Mattarella
El primer ministro Draghi tuvo que pedirle, en un encuentro en la mañana del sábado, que siguiera en el Quirinal por "el bien y la estabilidad del país".
Mario Draghi habló después con los líderes políticos de los partidos que forman el Gobierno de unidad nacional: Movimiento 5 Estrellas, Liga, Forza Italia, Partido Democrático, Italia Viva y Libres e Iguales. Todos apoyaron la reelección de Mattarella. Coincidieron en que: "Es una óptima noticia para Italia".
Contraria y "sorprendida" por la reelección se mostró Giorgia Meloni, líder de Hermanos de Italia, único partido importante fuera del gobierno.
Antes de la votación en el Parlamento, acudieron al Quirinal los jefes de los grupos parlamentarios de la mayoría gubernamental, para solicitar formalmente a Mattarella su disponibilidad para seguir en el Quirinal. El presidente, se mostró agradecido.
"Tenía otros planes, pero si sirve aquí estoy. Les agradezco la estima".
El hecho de que, en nueve años, los partidos políticos hayan tenido que rogar a dos presidentes (el anterior fue Giorgio Napolitano, en el 2013) que prorrogaran su mandato, por la incapacidad de la política de encontrar un sucesor, refleja un fracaso y bloqueo de la política italiana.
Triste espectáculo
El espectáculo que ahora ha dado el Parlamento ha sido indecoroso, según numerosos analistas.
El caso más llamativo fue el protagonizado por el secretario de la Liga, Matteo Salvini, y el líder del Movimiento del M5E, Giuseppe Conte, anunciando el viernes el nombre de la jefa de la Inteligencia, Elisabetta Belloni, como presidenta de la República, antes de que la mayoría lo aprobara.
"Quemando" así una figura prestigiosa, estimada por todos que podía haber sido la primera mujer presidenta de la República.
Fue uno de los episodios de la semana más loca de la política italiana.
Fuente: Agencias