Entre Podemos y el Partido Popular no existe la más mínima posibilidad de entendimiento y este fue el mensaje que Pablo Iglesias trasladó la tarde de este martes al presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy.
Maryann H. León / El Político
El líder de Podemos se reunió en el Congreso de Diputados con Rajoy y acudió a esta cita como mero trámite. Iglesias anunció que reiterará su negativa rotunda a que el Jefe de Gobierno sea reelecto y aseguró que intentará apremiar al secretario general del Partido Socialista Obrero Español, (PSOE), Pedro Sánchez, para que tome la iniciativa y trate de formar un Gobierno alternativo.
"Si el señor Rajoy se hiciera de Podemos, a lo mejor nos plantearíamos nuestra relación, pero creo que eso no es posible", bromeó ayer Iglesias en la Cadena SER. Durante la campaña electoral, los dos partidos recurrieron a la estrategia de la polarización, señalándose mutuamente como rivales directos, aunque finalmente este discurso acabó beneficiando al PP.
El candidato de Unidos Podemos insiste ahora en dejar la pelota en el tejado del PSOE y se muestra abierto a estudiar cualquier propuesta de los socialistas, lo que es una manera de descargar toda la presión sobre Sánchez. "Depende de la voluntad del POSE. Es un problema de voluntad política. Me gustaría que el PSOE adoptara una iniciativa más proactiva", afirmó en la Cadena SER. "Si quieres ser presidente del Gobierno con 85 diputados tienes que demostrar habilidad negociadora", opinó.
El líder de Podemos se opone tanto a un Gobierno del PP como a que Sánchez apoye, por activa y por pasiva, a Rajoy. Pretende, incluso, que el dirigente socialista mueva ficha antes de que el jefe del Ejecutivo en funciones intente recabar los apoyos necesarios. "Estamos esperando a que nos hagan alguna propuesta y la estudiaremos", señaló a El País. "Estaremos dispuestos a escuchar cualquier propuesta, no solo después de que Rajoy fracase, incluso antes. El propio programa del PSOE es una buena base para empezar".
Esta oferta refleja el intento de no quedarse marginado en esta nueva fase de las negociaciones, en la que Podemos ha adquirido un papel secundario. Iglesias reconoce que su formación, que concurrió a las elecciones del 26-J en coalición con Izquierda Unida, corre el riesgo de diluirse en la oposición parlamentaria y convertirse en un partido más. ¿Es viable su oferta a Sánchez? Un acuerdo entre el PSOE y Podemos, que acabaron duramente enfrentados en la pasada legislatura, requeriría el respaldo de fuerzas nacionalistas catalanas y vascas, por lo que resulta improbable que Sánchez se avenga a negociar un Gobierno alternativo al PP. En este contexto, Iglesias busca perfilarse como el verdadero líder de la oposición frente al PSOE. En definitiva, el líder de Podemos intenta de nuevo una confrontación directa con el presidente del Gobierno.