Uno de los efectos de la recesión económica causada por la pandemia de covid-19 es que el mundo fue inundado por el dólar.
El Político
La Reserva Federal de Estados Unidos (FED) -cuya misión es controlar la política monetaria del país como lo hacen todos los bancos centrales- redujo drásticamente la tasa de interés hasta dejarla casi en 0%.
Y como la tasa de interés equivale al costo del dinero de un país, mientras más baja, menos vale su divisa.
En paralelo, la FED le dio rienda suelta a la impresión de billetes para comprar bonos (tanto en el sector privado como en el sector público), con el objetivo de mitigar los efectos de la crisis, reportó la BBC.
Caída del dólar
Esa inyección de dinero permitió financiar el aumento del gasto fiscal y le dio oxígeno a los mercados.
Pero al mismo tiempo ayudó a empujar la baja del valor del dólar frente a las principales monedas del mundo en los últimos 10 meses.
Esto se puede observar en uno de los índices que sigue la evolución de la divisa, el Bloomberg Dollar Index (BBDXY), el cual llegó a un máximo de casi 1.300 puntos el 23 de marzo.
Y de ahí en adelante comenzó una caída que no ha dado tregua hasta ahora, como lo muestra el gráfico.
"El dólar seguirá cayendo"
"El desplome del dólar recién comienza", le dice a BBC Mundo Stephen Roach, profesor de la Universidad de Yale y expresidente del banco de inversión Morgan Stanley en Asia.
El académico predice que la divisa podría caer más de 35% hacia fines de este año basándose en tres grandes razones.
La primera es que hay un fuerte aumento del déficit de cuenta corriente de EE.UU., es decir, que el país paga más al exterior por el intercambio de mercancías, servicios y transferencias de lo que recibe.
Su proyección es que ese déficit seguirá impulsando una baja de la divisa.
"No hay que exagerarlo"
Sin embargo, otros economistas argumentan que si bien la divisa estará un poco débil este año, en nigún caso hay que esperar un desplome.
"No hay que exagerar la caída del dólar", escribió a comienzos de enero Mark Sobel, presidente para EE.UU. del Foro Oficial de Instituciones Monetarias y Financieras (OMFIF por sus siglas en inglés), en la web del centro de estudios.
Su postura es que hay en el ambiente una perspectiva "muy deprimente" para el dólar.
"Es posible que el dólar caiga este año, pero una narrativa demasiado negativa no se justifica", apunta Sobel.
Uno de sus argumentos es que el dólar ya ha caído bastante (13% en 2020 desde su máximo en marzo).
Efectos en América Latina
En la región la baja del dólar llegó con rezago en comparación con otras partes del mundo.
Una de las razones que explican esa demora en su descenso frente a las monedas de las economía latinoamericanas, es que éstas son más riesgosas, como explica Diego Mora, ejecutivo senior de la consultora XTB.
Entonces, aunque la divisa esté cayendo, en la región sigue siendo demandada por su calidad de refugio cuando hay incertidumbre.
"La depreciación del dólar en Latinoamérica comenzó recién hace cuatro o cinco meses", comenta Mora en diálogo con BBC Mundo.
Al analizar las economías más grandes de la región, el analista dice que México es el país donde más se ha depreciado el dólar, seguido por Chile, Colombia y Brasil.
Las consecuencias del desplome varían sustancialmente dependiendo de los distintos actores económicos.
Por un lado, a los consumidores latinoamericanos les beneficia -apunta el experto- porque muchos de los bienes que se consumen son importados, como por ejemplo, los autos y los productos tecnológicos.