Las relaciones entre Cuba y Estados Unidos avanzan a buen ritmo y el sector turístico es un fiel reflejo del vínculo cada vez más fraterno. Tras su apertura en La Habana en la última semana, el hotel "Four Points by Sheraton" regido por la firma estadounidense Starwood, se ha convertido en la "joya del deshielo".
El Hotel, que funcionó desde 2010 como Quinta Avenida y fue operado en 2011 por la firma española Barceló, es el primero en cerca de 60 años cuya gerencia está en manos de una gran firma estadounidense, aunque la propiedad del inmueble la retiene Gaviota, una empresa estatal cubana siguiendo las leyes nacionales.
"Este es un momento histórico", dijo a los periodistas Nancy Sarabia, jefa de relaciones públicas del hotel. Agregó que a partir de ahora ese lugar "es un símbolo de la hermandad y la colaboración".
El nuevo Sheraton es una verdadera joya del "deshielo" entre Cuba y Estados Unidos, que pese al largo conflicto entre ambas naciones y los antagonismos, algunos fuertemente anclados y por resolverse, ha logrado un sorprendente avance que pocos imaginaban hace menos de dos años.
Antes del triunfo de la revolución encabezada por Fidel Castro el 1 de enero de 1959 que fundó en el país un sistema de conceptos comunistas, las grandes empresas estadounidenses, y también algunos miembros de la mafia, controlaban la gran mayoría de los hoteles y centros de diversión de la isla.
El nuevo sistema colocó pronto bajo propiedad estatal todo el sector vinculado al turismo pero las cada vez más agudas tribulaciones económicas que hicieron crisis con la caída de la Unión Soviética en 1991, llevaron al gobierno a dedicar cada vez más el sector al turismo internacional.
Incluso en esos tiempos difíciles no se consideró a Estados Unidos, el "enemigo histórico", como un mercado emisor, aunque ciudadanos de ese país nunca dejaron de venir, protegidos por una completa discreción oficial.
Hoy todo el que circula en auto o a pie por la tradicional Quinta Avenida de Miramar, un barrio habanero de lujo, puede ver el gran rótulo del hotel "Four Points by Sheraton". Se puede esperar que en breve ocurra lo mismo con el Hotel Inglaterra, en el centro de la ciudad, también parte del acuerdo del Estado cubano con Starwood y con otros alojamientos que están bajo negociación.
Futuro promisorio
Para la inauguración de este Sheraton de lujo con habitaciones que sobrepasan los 240 dólares la noche, viajó a La Habana Jorge Giannattasio, jefe de Operaciones para Latinoamérica de Starwood, quien encabezó una ceremonia de apertura. "Estamos construyendo puentes", dijo.
En el acto estuvo Josefina Vidal, la principal negociadora del "deshielo", directora general del departamento dedicado a Estados Unidos en la cancillería cubana y Jeffrey De Laurentis, el principal representante diplomático de Estados Unidos en Cuba.
La inauguración de este hotel "americano" impulsa nuevamente pronósticos sobre la llegada de una "ola" de turistas "yanquis" en La Habana cuando cesen todas las prohibiciones de viajes del embargo que aplica Washington aún.
En el orden de los vaticinios, expertos hablan ahora con más propiedad de que vendrá un millón de estadounidenses durante el primer año tras caer el embargo, y poco a poco llegarán en algún momento a los tres millones anuales, cifra que doblaría el número de arribos de extranjeros de vacaciones.
Con Información de El País