Con un nivel de indecisión de entre el 47% y el 51,7%, según dos encuestadoras, arranca este martes formalmente el proceso electoral tras la convocatoria que hará esta noche el Consejo Nacional Electoral (CNE).
Según Perfiles de Opinión, el 47% aún no decide por quién votar y el 53% ya tiene su ‘carta’. Market ubica a los indecisos en el 51,7% y los que ya eligieron en el 48,3%. Ambas mediciones son de la semana pasada.
Las elecciones serán el 19 de febrero del 2017; es decir, que a los aspirantes les quedan cuatro meses para revertir esa indecisión que, según cinco consultores entrevistados, obedece a que ninguno ha logrado todavía conectarse con sus necesidades. Y ese es su reto. Los especialistas asistieron el viernes al Octavo Encuentro Internacional de Consultores Políticos.
El argentino Diego Dieguez piensa que los postulantes deben tener claro que la apatía parte de un problema: “La gente no se siente representada por los políticos… entienden que aunque confíen, (ellos) harán lo que quieran”.
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De ahí que, dice, tienen que acercarse al elector hablando de temas que les interesan, enfatizando su proximidad local o regional. Un reciente sondeo de Market señaló que en el país los tres problemas que más preocupan son falta de empleo, crisis económica e inseguridad.
Para Dimas Concha, especialista peruano, este mensaje de cercanía se construye, primero, con una buena investigación de opinión pública que considere además los actores y escenarios de coyuntura. “El mensaje debe ser muy emocional, porque la gente vota por emociones. Corto, inclusivo, relevante, pegajoso y que logre enganchar o comprometer a mujeres y a jóvenes que son los segmentos electorales más poderosos”.
Planes de gobierno
Pero agrega que el elector también decide “con el estómago”, es decir que quiere que le hablen de oportunidades de trabajo, de la canasta básica, de economía; con el “hígado”, porque vota en contra de aquel que lo decepcionó; y, por último, con la razón, y es ahí que compara los planes de trabajo.
Alexandra Gómez, de Colombia, cree que aparte del mensaje cuenta mucho que el aspirante proyecte –y tenga– integridad y transparencia, que genere confianza de que cumplirá lo que está ofreciendo.
Mientras que el brasileño Caio Manhanelli sugiere que se prioricen las propuestas y no los ataques. “Creo que falta un discurso más propositivo para ganarse a estos indecisos, están atacando al adversario o con un mensaje que solo llega a sus partidarios”.
Una vez definido el mensaje, explica el ecuatoriano Oswaldo Moreno, el candidato y su equipo de campaña deben definir los canales para difundirlo. “Las herramientas son funcionales al mensaje, no al revés”, dice; y las enlista: medios de comunicación (radio, televisión, prensa escrita, vallas), redes sociales, puerta a puerta…
Pero de todas, opinan la mayoría, el que despierta más identificación de potenciales electores es la última. Para Gómez, las redes tienen gran impacto por la inmediatez, pero hay que cuidar que el elector identifique el mensaje y la fuente, pues la variedad de contenidos lo puede confundir.
Con información de El Universo