Las regiones españolas del País Vasco y Galicia fueron a las urnas el domingo con escasas esperanzas de poner fin al impasse político en el país, que ya lleva nueve meses, y de evitar una tercera ronda de elecciones nacionales en un año.
El Partido Popular del presidente interino Mariano Rajoy ejerce el poder desde hace casi un año luego de que dos rondas electorales —en diciembre y junio— no arrojaron resultados definitivos. El partido derechista ganó ambas elecciones, pero sin obtener bancas suficientes para formar gobierno.
El partido de Rajoy espera que una amplia diferencia en Galicia y la posibilidad de un acuerdo poselectoral con el gobernante Partido Nacionalista Vasco le permitan negociar desde una posición de mayor fuerza.
Un mal resultado para los socialistas en las dos elecciones regionales podría llevar al partido a cambiar de posición para permitirle a Rajoy formar un gobierno minoritario.
Pero los analistas no creen que las elecciones regionales pongan fin a las rencillas políticas.
Es difícil imaginar que las elecciones gallegas y vascas cambien la situación a nivel nacional, sostuvo el profesor de opinión pública Martín Algarra, de la Universidad de Navarra.
El Partido Nacionalista Vasco probablemente buscará el apoyo del opositor Partido Socialista más que del derechista Partido Popular, dijo Algarra.
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A lo sumo, un mal resultado podría presionar a los socialistas, abrumados por el peor resultado de su historia en las elecciones de junio, a abstenerse en un futuro voto de investidura en el parlamento para permitirle a Rajoy formar un gobierno minoritario.
Aparte de las dos agrupaciones tradicionales de izquierda y derecha, recientemente surgieron el partido Ciudadanos, de inclinación empresarial y el izquierdista Podemos para ganar el tercer y cuarto lugar, respectivamente, en cuanto a bancas parlamentarias.
España nunca ha tenido un gobierno de coalición y los partidos tradicionales no terminan de aceptar la idea de tener que negociar con los nuevos actores en la escena electoral.
Si pasa el 31 de octubre sin que el parlamento haya formado gobierno, se deberá convocar a una tercera ronda de elecciones nacionales.
Con información de Terra